viernes. 29.03.2024

La barriada de la Soledat le viene al nombre que ni pintado. Prostitución, drogas, ruidos, peleas y delincuencia. Es un barrio, según los vecinos, que prácticamente no existe para la administración municipal. Está ahí. Al lado de la barriada Nou Llevant, pero como si no estuviera. Calles estrechas y plantas bajas donde los vecinos miran con recelo al desconocido que se adentra por sus calles. Los vecinos crean comisiones por calles para defender lo suyo y, aún así, los problemas no desaparecen sino que se trasladan a otras calles de la barriada. Es el día a día en La Soledat.

Desde la Asociación de Vecinos y Gent Gran de La Soledat enumeran todos los problemas de la barriada como el vandalismo, constantes peleas, borracheras, prostitución y nula limpieza de las calles.

Los vecinos, señalan, están cansados de presentar denuncias, especialmente contra determinados bares que abren toda la noche y donde las peleas, borracheras y actos incívicos como orinar en la calle son el pan de cada día.

Calles como Fe y plaza de San Francisco Janer son epicentros de conflictos contínuos, con peleas y agresiones que ha obligado a la Policía Local a abrir expedientes. Pero poco más.

En cuanto a la venta de droga, la asociación vecinal es taxativa al señalar que “existe venta de droga en la barriada; siempre hay unos puntos de venta localizados, pero cuando se actúa en esos puntos, se vuelven a abrir en otros lugares de la barriada”. Así cada día. La prostitución forma parte del conjunto, aunque según los vecinos, las casas están localizadas y no presentan serios quebraderos de cabeza.

Finalmente, los vecinos alertan de que la limpieza en la zona deja mucho que desear, aunque lo que más les molesta “es que hay muchos contenedores que, por su peso, son muy difíciles de abrir y en esta barriada hay mucha gente mayor”.

Los vecinos de La Soledad siguen buscando una salida que revitalice la barriada aunque, hoy por hoy, se les antoja como un sueño.

La Soledat vive su propio infierno