jueves. 28.03.2024

Aprender a competir contra amigos

Supongo, que como este fin de semana han sido el Campeonato de Baleares de Pista al Aire Libre en las categorías alevín, infantil y cadete, esta mañana Facebook, Instagram y otras redes sociales han amanecido llenas de medallas, enhorabuenas y vítores varios a gestas y resultados dados en ellos. Sinceramente me ha encantado que el atletismo de los más jóvenes conquistará internet en contrarréplica a las clásicas fotos de lunes por la mañana de fiestas nocturnas ya demasiado “monotemáticas”.

Mucho más cuando los auténticos protagonistas de los campeonatos, lo jóvenes deportistas, publicaban imágenes de felicidad junto a amigos contra los que habían competido hacia escasos minutos. Ataviados con sus distintos colores de guerra, que caracterizan a los Clubes y grupos de entrenamiento en liza, los atletas compartían imágenes luciendo, por encima de todo, los atuendos de la amistad con sus rivales deportivos. Una clara señal de que el deporte es, en su estado más puro, una actividad que, aun compitiendo, une más allá de las etiquetas artificialmente impuestas. Toda una lección que nos han dado estos jóvenes atletas de lo que debemos de entender por rivalidad… y no solo en los terrenos de juego.

El deporte es en sí mismo una de las mejores, y escasas, herramientas que permite educar a nuestros hijos en valores que les posibiliten ser personas mejores y mucho más felices. Cuando unos padres deciden apuntar a sus hijos a una escuela deportiva, no solo lo están iniciando en una actividad atlética, sino que le están abriendo las puertas a una alternativa de amistad, desarrollo y educación complementaria, y en muchos casos única alternativa, a la que le ofrece, por ejemplo, la calle o la televisión. Las imágenes publicadas por nuestros jóvenes atletas, esta mañana de lunes en las redes sociales, dan fe sincera y espontanea de ello.

En una sociedad casi siempre regida por intereses, resultados y otros “colores” nuestros atletas han gritado que ellos compiten contra amigos y esa amistad la tienen muy por encima de todo lo demás. Es, sin lugar a dudas, el mejor resultado que el atletismo en estas edades podría obtener. Estemos orgullos de ellos.

Aprender a competir contra amigos