viernes. 19.04.2024

Por sus hechos les conoceréis. Sobre todo a los parlanchines. A los que rajaban de sus predecesores. A los que venían a imponer una nueva forma de trabajar. A los que iban a exigir más que nadie a sus futbolistas. Todos se resumen en uno solo: Maheta Molango, el nefasto CEO del Real Mallorca que se ha cargado de un plumazo 36 años de LFP. Un inútil integral que hace solo una semana se seguía haciendo fotos de postureo mientras el equipo, confeccionado con los pies, se desangraba, en un descenso a los abismos que ha culminado este domingo en Miranda de Ebro, donde los isleños han escrito un vergonzoso y sonrojante epílogo.

Molango, personaje que se ha ganado a pulso un lugar entre los peores gestores en la historia del centenario club bermellón ha huido tras el descenso. No ha dado la cara. Ha cogido su coche de alta gama y se ha largado d Anduva a la carrera. Una bochornosa actitud que retrata otra vez al personaje, a quien Robert Sarver debería destituir ya mismo si no quiere seguir tirando su dinero.

Al final del partido, algunos futbolistas sí se han acercado con caras de cordero degolldo a la zona de la grada en la que se encontraban los seguidores del Mallorca, y han salido de allí habiendo escuchado varias definiciones que cuadran a las perfección con el enésimo ridículo completado este domingo ante un equipo que ya estaba descendido a Segunda B. También se han escuchado algunos aplausos, aunque casi todos correspondían a familiares de futbolistas. Lógico.

Maheta Molango huye y se esconde tras provocar una debacle histórica