jueves. 28.03.2024

Sa Feixina i el “Govern d’uns poquets”

Qué nervios, apenas queda un día para la entronización de “Noguera I, el esperado”, alcalde de Palma por la gracia del Pacte. Hace días que Més per Palma viene anunciando los fastos, inundando las redes sociales con la fotografía del nuevo alcalde, e invitando a todos sus simpatizantes a participar en el advenimiento con el hashtag #BatleNoguera.

Sin duda, si Leire Pajín tuviera que presentar el acto, lo describiría como “Planetario”; aunque “Noguera I” no necesita Leires (o como también se dice, abuelas), pues ya se encargó de definir su nombramiento como: “un hecho histórico, ya que 80 años después volverá a haber un alcalde republicano”. Pues ahora, aunque la jefatura del estado la ostenta un Rey, resulta que Hila, alcalde hasta hoy mismo, también se define como republicano.

He oído que este cambio en la alcaldía supondrá poner fin a las desigualdades, acabar con los poderes económicos que nos asfixian, la dictadura de la banca, y todas esas cosas que sazonan el ideario de la izquierda nacionalista; ¡Ah!, y sobre todo, acabar con el fascismo.

El fascismo, un grave problema que sigue latente en nuestra sociedad, aunque casi nadie, o al menos yo, se hubiera percatado. La semana pasada, otro regidor nos lo recordó con un perturbador tuit, en el que, con una foto de Franco el día de la inauguración del monumento de “Sa Feixina”, escribía: “Tenc la impressió que encara segueixen desfilant, emmascarats, però encara actius i controlant les estructures de poder. #ArruixFeixisme”. Por tanto, o bien quedan fascistas, que deben ser como las mopis, porque hace muchos años que nadie los ha visto, o el regidor quedó impactado por “Eyes wide shut”.

Y es que el futuro alcalde tiene su ojo puesto en “Sa Feixina”, monumento al que considera el tarro de las esencias fascistas. Sin embargo, debería considerar:

-   Que con su decisión demostrará no ser el “Govern de la Gent”, sino el “Govern d’uns poquets”, porque son unos pocos (aunque ruidosos), los que quieren la demolición.

-  Que está haciendo hacer el ridículo a sus compañeros del Consell, que piden informes para encontrar razones que justifiquen la demolición, de la misma manera que Groucho buscaba principios.

-   Y que el único fascista que he visto en años, uno, apareció precisamente como consecuencia del anuncio de la demolición del monumento, aquel señor con dos banderas de la falange.

Así que, Toni, desde el aprecio, te recomendaría que, menos alharacas, menos tonterías, y gestiona bien la ciudad. Mucha suerte.

Pedro Ribas, regidor de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Palma

Sa Feixina i el “Govern d’uns poquets”