viernes. 19.04.2024

La zona del puerto de Sa Colònia de Sant Jordi en verano no tiene otra imagen que la de un centenar de embarcaciones fondeadas entre la blanca arena de la playa de es Dolç y la playa del puerto encorsetadas por las rocas que albergan el camino que une ambas playas.

Quienes conocen esta localidad costera ubicada en el término municipal de ses Salines saben que cuando el temporal marítimo entra en su bahía se cobra la vida útil de algunas embarcaciones que se encuentran allí fondeadas. Las fuertes olas desplazan los muertos colocados en el fondo del mar para que actúen como peso a modo de ancla e, incluso, hacen que con la fricción de los cabos lleguen a romperse. En ambas situaciones el resultado es el mismo, la embarcación acaba chocando contra las rocas hasta que se hace pedazos o, en el mejor de los casos, acaba varada en alguna de las playas.

barca sa colònia

Las instalaciones del puerto son pequeñas para albergar la gran cantidad de barcas que son desplazadas a sa Colònia durante los meses de julio y agosto aunque, también es cierto que, muchos de los propietarios prefieren dejarlas a merced del tiempo para no tener que pagar los precios que impone Ports de les illes Balears para poder amarrar como meros transeúntes.

Esta forma de fondeo, además de ser temeraria es también ilegal aunque, por el momento, Demarcación de Costas, órgano competente, no se ha decidido a tomar ningún tipo de medida.

Por su parte, tal y como ha asegurado Ports, la institución balear dispone de 5 boyas para fondeo en la zona aunque han sido adjudicadas a embarcaciones de lista sexta.

El temporal marítimo hace estragos en sa Colònia de Sant Jordi