jueves. 28.03.2024

Todos están de acuerdo: hay que acabar como sea con el turismo de borrachera y con la lamentable imagen que unos cuantos energúmenos ofrecen de Baleares con sus descontroles nocturnos. El problema, como afirma el dicho es: ¿Quién le pone el cascabel al gato?...

Las continuas y reiteradas reuniones entre representantes de las administraciones públicas, el sector privado y las fuerzas de Seguridad de Estado suelen finalizar con muy buenas intenciones pero sin acuerdos contundentes, por lo que el problema continúa vivo.

Todos coinciden en que hay que cambiar de estrategia. Con tal motivo, el sector turístico privado propondrá un cambio de estrategia que, de llevarse a cabo, se ejecutaría en Calvià, foco de la mayoría de los desmanes y, si es viable, ver la posibilidad de trasladar esta estrategia a otras zonas turísticas, como Playa de Palma.

El presidente de la Asociación de Ocio Nocturno y Entretenimiento (ABONE), Jesús Sánchez, propugna que es necesario buscar fórmulas para acabar con esta pésima imagen turística, indicando que lo más adecuado sería “proyectar una hoja de ruta para ir abordando eficazmente y puntualmente todos los problemas como borracheras, prostitución y otros. No hacerlo todo de golpe, sino poco a poco, es decir, poner en funcionamiento un conjunto de herramientas diferentes a las utilizadas hasta la fecha”.

Colaboraciones

Para llevar a cabo este proyecto es necesario la colaboración activa del sector hotelero y turístico privado y de las administraciones públicas, así como el apoyo de otros organismos como las Fuerzas de Seguridad.

En este sentido, en los próximos días se presentará al alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, una serie de medidas acordadas entre la asociación Abone y las asociaciones de hoteleros de Palmanova y Santa Ponça en las que se proyecta un cambio de estrategia y actuaciones para hacer frente con eficacia a los descontroles turísticos existentes”.

Para Jesús Sánchez “es fundamental  que el compromiso firme del sector privado vaya acompañado por un esfuerzo y compromiso igualitario por parte del Ayuntamiento de Calvià. Lo que no podemos seguir haciendo es que entre todas las instituciones y organismos nos sigamos echando balones fuera en relación con este problema”.

Si esta estrategia diese los resultados esperados que, según el presidente de Abone, ha de ser aplicada este mismo año, la misma podría ser trasladada a otros núcleos turísticos conflictivos como los situados en Palma.

El sector turístico privado se une contra los desmanes de la ‘borrachera’