La urbanización en la costa de Balears ha crecido un 49 por ciento en los últimos 24 años, un aumento inferior a la media nacional que se sitúa en el 57 por ciento, según los datos publicados este lunes por Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad.
En el estudio, se expone que la presión urbanística ha sido y continúa siendo "enorme" en el archipiélago entre 1987 y 2011, los años analizados.
Asimismo, "se observa un continuo aumento de turistas año tras año, con valores máximos en 2016 y registros superiores a los de antes de la crisis". Solo los turistas extranjeros fueron 13 millones con un incremento del 11% respecto a 2015.
Desde la entidad conservacionista han señalado que cada año, desde 2011, se alcanzan valores récord, "lo que está provocando una saturación del ecosistema balear con los problemas que eso conlleva, sobre todo para los servicios públicos".
Además, se identifican hasta cinco zonas sometidas a elevada presión urbanizadora entre todas las islas, siendo estas el sudoeste de Eivissa; interior de Formentera; la costa sudoriental de Mallorca; Can Picafort-Son Serra de Marina, en Mallorca también; y Punta Prima en Menorca.
En cuanto al Dominio Público Marítimo Terrestre modificado por el ser humano pasó de 226 kilómetros en 1987 -antes de promulgarse la Ley de Costas 22/1988- a 295 kilómetros 24 años después. El porcentaje artificial es del 21 por ciento, el 19 más alto de toda España. Con 25.957 hectáreas -un 7 por ciento del total-, es la 15 provincia más construida en términos relativos.
Por otra parte, en el informe se detalla que Balears mantiene una tercera parte de su franja litoral, un 33 por ciento, con alguna figura de protección en su fase terrestre, siendo la quinta provincia con mayor porcentaje de protección.
Un 41,5 por ciento de la franja está ocupado por hábitats de interés de la Red Natura 2000 y se encuentran 176 especies de vertebrados silvestres. Es la tercera provincia con mayor porcentaje de hábitats en la franja costera.
