jueves. 28.03.2024
imagen juicio henry parot
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Un ex empleado del Grupo Cursach ha identificado a varios policías que según su versión acudían con cierta frecuencia a la zona VIP de discotecas del grupo acompañados de bailarinas. El testigo manifestó a los investigadores que sospechaba que los policías podrían estar recibiendo sobornos o prebendas por parte de la empresa.

Se trata del testimonio de un testigo protegido sobre el que el juez instructor, Manuel Penalva, ha levantado el secreto de sumario esta semana.

Este testigo trabajó aproximadamente siete años en distintos negocios del Grupo Cursach y según explicó, mantiene una relación de amistad con el sobrino del empresario, Pedro Rosselló.

En febrero de este año, declaró ante el Grupo de Blanqueo de Capitales y Delitos Monetarios de la Policía Nacional con la condición de testigo protegido por miedo a sufrir represalias.

“Despedido o sancionado en el acto”

Según este empleado, si un trabajador no realizaba bien sus labores era "inmediatamente despedido o sancionado con días de trabajo", lo que suponía una importante pérdida económica para los camareros por el dinero que ganaban en propinas.

El testigo también explicó a los investigadores que él mismo comenzó a trabajar en el Grupo Cursach con un contrato indefinido que se le canceló "sin indemnización alguna" para pasar a distintos negocios del grupo con contratos temporales, pese a sus quejas.

Durante el tiempo que trabajó en el grupo, el testigo conoció a varios policías, entre los que señala especialmente a Carlos Vellecillo, quien acudía a veces de paisano y otras veces con uniforme, acompañado de más policías a los que el empleado ha podido identificar.

El testigo contó que en una ocasión le sorprendió encontrarse a Vallecillo en la zona VIP de BCM rodeado de bailarinas porque éstas "siempre han sido muy protegidas" en el Grupo Cursach.

Sobres con dinero

Explicó que en una ocasión Antoni Bergas le ordenó preparar un sobre con 600 euros. Esta situación y otras similares hicieron sospechar al testigo que los agentes podían estar recibiendo algún tipo de compensación económica, si bien nunca llegó a verlo personalmente.

También ha explicado que nunca recibió ninguna inspección de la Policía Local en los negocios de Cursach en los que trabajó, a excepción de 'El Que Faltaba'.

Según la versión de este empleado, en esta discoteca del Paseo Marítimo se presentó una pareja de la Patrulla Verde dos veces porque habían recibido quejas de ruido. El limitador estaba estropeado en las dos ocasiones. No sabe si estas visitas policiales terminaron en sanción o no, pero la noche continuó sin apagar la música.

Otro ex empleado del Grupo Cursach amplía el círculo de ‘presuntos’