El ex presidente del Govern, Jaume Matas, se ha desvinculado de la tramitación del contrato de Calatrava. El arquitecto había sido elegido para la construcción de un palacio de la ópera en Palma. Un proyecto que no se materializó al perder Matas las elecciones del año 2007, y que ascendería a 1,2 millones de euros.
Aunque, sí ha asumido que la decisión de contratar al arquitecto fue suya. Así lo ha expresado durante su declaración en el juicio por la pieza separada número 3 de la macrocausa del Palma Arena, conocida como 'caso Ópera'.
En este sentido, ha dicho, no se barajó la posibilidad de contratar a otro arquitecto. El porque reside en que, a su juicio, era "el único" capacitado para reordenar la Badia de Palma.
Asimismo, Matas ha rechazado que quisiera beneficiar económicamente al arquitecto, con el que se reunió en marzo de 2006 en Roma y en febrero de 2007 en Palma. Ha admitido que le propuso "directamente" el proyecto, en lugar de proponerle participar en un concurso. Y ha negado que él (o su gabinete) negociaran previamente un precio antes de que se aprobara.
Finalmente, Jaume Matas ha admitido que el conseller de Educación y Cultura, Francisco Fiol, manifestó algunas objeciones al proyecto. Según ha explicado, porque era "el responsable administrativo" y se tenía que hacer "bien hecho". Pero, ha dicho, no le hizo ninguna advertencia de ilegalidad.
