El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, está dispuesto a "un proceso de mediación" y rechaza el mensaje del Rey, a quien ha ‘amonestado’ por no llamar al diálogo y por no “adoptar el papel moderador que le otorga la Constitución”.
Dice el presidente que quiere paz, dirigiéndose al público como 'compatriotas', y que la violencia no es aceptable bajo ningún concepto. El president ha mostrado su rechazo “a la violencia y las cargas policiales contra la población civil pacíficamente concentrada. Somos y tenemos que mantenernos como un solo pueblo, admitiendo como siempre hemos hecho, la pluralidad de credos, lenguas y personalidades, pero con paz, diálogo y acuerdo, que son nuestras máximas, las de nuestro pueblo. Eso no lo hemos encontrado fuera”.
“Nos acusan de una votación ilegítima, ilegal y criminal, y no lo es. Hemos hecho, hacemos y seguiremos haciendo las cosas siguiendo la voluntad de los ciudadanos y acordes con la Democracia”, ha expuesto.
En castellano, Puigdemont ha apelado a la solidaridad y a la amistad de los españoles que simpatizan con la causa catalana, “cualidades muy valiosas y que merecen que, a estas personas, que son muchas, se les pueda exponer con claridad lo que de verdad está pasando”.
El presidente mantiene su plan secesionista y acusa al Rey de hacer suyo el discurso y las políticas de Rajoy, que están "muy equivocadas". Dice que Felie VI “ha hecho suyas las políticas desastrosas de Mariano Rajoy, que ignora a los que no piensan como él. Ha perdido una oportunidad de dirigirse a todos los ciudadanos, a los que debe su corona”
Considera que el mensaje de Felipe VI "decepcionó a mucha gente en Cataluña que le aprecia y que en su momento estuvo a su lado", y opina que el monarca “atacó duramente a los independentistas”.
“No nos moveremos de aquí”, ha dicho, garantizando que seguirá adelante con la hoja de ruta independentista marcada por el Govern.
También ha dicho, al principio y al final del discurso, que está dispuesto a "emprender un proceso de mediación" tras el referéndum del 1-O.
Y para finalizar, ha sentenciado que “con dignidad seremos capaces de lograr el sueño que, como pueblo, nos proponemos”.
