jueves. 28.03.2024

El oxímoron de la "mayoría silenciosa"

Por oxímoron se entiende una figura retórica de pensamiento que consiste en complementar una palabra con otra que tiene un significado contradictorio u opuesto. Evidentemente, no existe ninguna mayoría que permanezca en silencio, o simplemente que viva silenciada, por definición, las mayorías silencian a las minorías, por eso las verdaderas democracias apremian a las minorías, en un ejercicio de discriminación positiva, como elemento necesario de contrapeso que, además, entrega legitimidad democrática a la parte mayoritaria. Es decir, que la mayoría por si sola, podrá ser mayoría, pero no necesariamente democrática.

Resulta que la manifestación y despliegue de la citada “mayoría silenciosa”, fue dejando por su paso por la ciudad de Palma y después en Barcelona, un reguero de pistas suficientes que desenmascaran a estos buenos demócratas tan alarmados ante el ejercicio del voto y la expresión de los demás. Un reguero de pistas, de violencia, insultos, amenazas, saludos fascistas. Por redes hemos visto los videos que , sin duda, serán “montajes de los independentistas” pero hemos visto como perseguían marroquíes, llamaban “putas” a las “rojas”, les pegaban a gente hasta sangrar, y se apoderan de la calle con el terror, mientras la policía nacional no actuaba, se ve que por el silencio con el que actúan estos fascistas que deben ser de “guante blanco” porque nadie ve que son la minoría fascista y residual del antiguo régimen. La decadencia y decrepitud del régimen que muere se cristaliza en estas manifestaciones alejadas de la espontaneidad que exige una verdadera manifestación popular.

Catalunya ha acumulado en su interior tal desarrollo de las fuerzas productivas, tanto materiales, como intelectuales que el Estado español no ha sabido vehiculizar y, por tanto, se desbordan como un vaso que no puede contener el excedente de flujos. Al Estado de la cosas, “la topía” le sucede de manera inevitable un nuevo estado de las cosas, un nuevo estado que pudo ser utopía, pero que, sin duda, es una topía innegable. Tan innegable que van a tener que aplicar el 155, y con el mismo, el reconocimiento implícito de la victoria independentista. La represión unionista, solo puede acrecentar el porcentaje independentista, que ya debe haber superado el 50% de la sociedad catalana. La polarización, es una estrategia que al final beneficia la independentismo, las prisas de partidos como Ciudadanos, sólo evidencian que son conocedores de la secuencia imparable de la sociedad que viene y del régimen que muere. Los herederos de Luis XVI van a mantener durante un tiempo sus escrituras de propiedad sobre la finca llamada España, desde luego. Sin embargo, la legitimidad fundamentada en la figura de mediación entre las dos españas que consiguió dibujar su padre con el golpe de Tejero en el 81 ha sido destruida. El rey no supo ganar tiempo para la democracia, sólo ha conseguido acelerar los tiempos de la ruptura. Ahora es cuando los republicanos hemos de sacar pecho, y advertir a unos y a otros, sólo la república federal puede seguir aglutinando a los pueblos de España.

Dr. Eduardo Sánchez

Secretario de Organización de EUIB

El oxímoron de la "mayoría silenciosa"