viernes. 29.03.2024

Lo tenía todo preparado para suicidarse: lugar apartado en las cercanías del torrent Gros, carta  a los familiares y a su pareja despidiéndose, tubo de comprimidos y manipulación de los gases de su vehículo. Pero,  finalmente, el suicidio quedó en intento al evitarlo una pareja de la Policía Nacional que sospechó de un hombre solo dentro del coche realizando maniobras extrañas.

Todo sucedió en la noche del 9 de noviembre. Da igual la hora. Junto al torrent Gros en la calle Passatje Marratxí. El presunto suicida había aparcado su vehículo frente a la muralla del torrente  y, dispuesto a suicidarse  -según él por problemas laborales y personales-, se había despedido por carta  de  sus más allegados, familia y pareja sentimental.

Era hora de acabar con su vida. Para ello, dejó en el asiento del copiloto seis comprimidos de un medicamento, la carta a sus familiares y pareja y procedió a envolver un tubo de plástico con cinta de embalaje  desde que saldría el gas que provocaría su muerte.

Pero la Policía Nacional truncó su desesperación. Una pareja de agentes que patrullaban por la zona observó el vehículo y a una persona en su interior haciendo “maniobras extrañas”.

Tras felizmente evitar el suicido, el hombre se desmoronó entre sollozos. La justificación: problemas laborales y personales.

Pastillas y gases del vehículo para un intento de suicido truncado