De mal en peor. Los vecinos de la barriada de Camp Redó ya no saben qué hacer para que el equipo de Gobierno de Cort haga algo en un barrio que se degrada por momentos y que las pocas actuaciones municipales se ejecutan sin consenso y sin pensar en los propios vecinos, verdaderos afectados. Los vecinos lamentan que tanto el concejal de Urbanismo como el propio alcalde les haya engañado por lo que la decisión del consistorio palmesano de declarar “zona de emergencia” a esta zona, tan sólo termine siendo una declaración política más que no va solucionar el mal endémico por el que atraviesa esta barriada desde hace muchos años.
El portavoz de las viviendas de Camp Redó, Víctor Manuel Blázquez cree que lo que está haciendo el Ajuntament de Palma en relación con las viviendas de Camp Redó “es un claro desprecio a las personas que viven en estos bloques ya que tanto el actual alcalde Noguera como José Hila no informan y actúan como le da la gana. En su día Hila nos engañó y ahora lo hace Noguera”.
En concreto, Bláquez hace referencia a que “aquí no se tiene en cuenta a las personas y prueba de ello es que con la expropiación del Bloque VIII nos encontramos con que hay una serie de familias que son propietarios de estas viviendas que quieren expropiar y que les ofrecen unas indemnizaciones ridículas y además les sugieren que se vayan al alquiler social. Después de este bloque, vendrá la expropiación de otros dos bloques situados en una parte de la calle Cotlliure en los que habitan unas 64 familias. Visto lo visto, nos tememos que les va a pasar lo mismo que a los del Bloque VIII”.
Camp Redó no solo padece este problema urbanístico. Por si esto no fuera suficiente, según relata Víctor Bláquez, en agosto del 2016 se corta el alumbrado en numerosas zonas y colocan postes que en teoría iban a ser utilizados para instalar el nuevo alumbrado. A fecha de hoy, salvo en algunas calles centrales, “cerca de 800 familias carecen de alumbrado, lo que genera un severa inseguridad tanto para niños, adolescentes, personas con movilidad reducida y al mismo tiempo inseguridad sanitaria ante la imposibilidad de que un médico o una ambulancia puedan acceder a un portal al estar la calle a oscuras”.
Todas estas incoherencias municipales han exacerbado los ánimos de los vecinos de una barriada muy castigada donde la presencia de solares municipales inseguros llenos de hogueras nocturnas, ratas y escombros conforma el “paisaje” de esta zona. Los vecinos han amenazado con intensificar las actuaciones y movilizaciones contra este ayuntamiento si no adopta rápidas soluciones.
