jueves. 28.03.2024

por Josep Medrano

Francina Armengol no está teniendo una legislatura tranquila. Desde que se convirtiera en la primera presidenta de les Illes Balears en Mayo de 2015, el Govern ha sufrido cuatro importantes crisis que han hecho temblar los cimientos de su Ejecutivo.

La primera crisis del Govern de Armengol se produjo en noviembre de 2016. La presidenta del Parlament, Xelo Huertas, y su compañera de partido, Montse Seijas, fueron expulsadas de Podem por el caso de Daniel Bachiller, que supuestamente puso como condición la financiación de su laboratorio en las negociaciones de los acuerdos de gobernabilidad del Pacto en Balears.

Esta polémica se llevo por delante a la presidenta del Parlament, y sacudió al Govern de Armengol, que intentó escudarse argumentando que Podem no estaba en su Ejecutivo. Las aguas se calmaron con el nombramiento de Baltasar Picornell como nuevo president Parlament.

Pocos meses después, una nueva controversia afectaba al Govern. Y esta vez de manera más directa, ya que era MÉS, miembro del Ejecutivo, el damnificado. El 'caso Contratos', en que supuestamente se produjo un fraccionamiento indebido en dos contratos concedidos por la dirección General de Cultura a empresas del ex jefe de campaña de MÉS, Jaume Garau, se llevo por delante a la consellera de Transparència, Cultura i Esports, Ruth Mateu, como a algunos de sus piezas de confianza.

Debido a la caída de Mateu, MÉS per Menorca decidió abandonar el Govern de Armengol. Con el tiempo, el director de la Agència Balear de Turisme, Pere Muñoz, también tuvo que dimitir por esta misma polémica.

Cuando Muñoz se marchaba, otra crisis le aparecía a Armengol en los juzgados. La presidenta no tuvo otra opción que forzar la salida de la directora general de Turisme, Pilar Carbonell, imputada en el 'caso Cursach' por supuestamente haber dado un trato de favor exclusivo y preferente al Grupo Cursach.

La dimisión del vicepresident Biel Barceló ha sido el último capítulo de tensiones internas que afectan y erosionan la imagen de todo el Ejecutivo autonómico. Y todo esto con vistas a la reunión de Podem del sábado para ver si entran o no en el Govern de Armengol.

El terremoto Barceló sacude los cimientos del Govern de Armengol