jueves. 28.03.2024

Antes de las vacaciones de Navidad un padre espera que salga su hija de una escuela palmesana y escucha a un grupo de madres hablar de su aventura en el referéndum ilegal del 1 de Octubre y de su viaje a tierras catalanas. 

"Escondimos las urnas", contaba una de las que había viajado a Cataluña para echar una mano a los independentistas". El padre, que seguía esperando a su pequeña algo retirado del grupo, pero lo suficientemente cerca como para oir perfectamente todo lo que allí se decía, no sale de su asombro. No mucho la verdad, porque sabe que el colegio en cuestión tiene un considerable sesgo independentista.

Pero sí le llama la atención que los comentarios sobre las "ilegalidades cometidas" se hayan normalizado de tal manera por parte de estas madres que no sean conscientes de que hay una macro causa abierta primero en la Audiencia Nacional y después en el Tribunal Supremo. 

Y se justifica el atareado, ocupado y preocupado padre: "No me queda más remedio que llevarla a este colegio porque está cerca de casa". "Y no sabes la de consentimientos que he tenido que firmar". Esto lo dice con una absoluta cara de circunstancias.

El comentario en una escuela de Palma: "Escondimos las urnas"