jueves. 28.03.2024

Todo esto sucede el 14 de diciembre de 2017. Un mallorquín que iba a volar a Munich el 15 de diciembre y que no pudo sacar la tarjeta de embarque on-line en la compañía del aguerrido piloto Niki Lauda porque había quebrado, intenta hablar con una de las aerolíneas alemanas que habían asumido a los pasajeros afectados.

  • Marca un número de teléfono que le facilitaron para resolver ese vuelo que le había costado 134 euros, ida y vuelta. No contesta nadie y si al final conseguía línea, en el otro lado hablaba una máquina en alemán. Una vez, dos veces y al final hubo suerte y consigue hablar con un humano al que pide que conozca al menos el español.

  • Me han dicho que ustedes asumen los pasajeros de Niki.

  • Bueno tenemos que mirar si hay sitio. Son 280 euros.

  • ¡ 280 euros !

  • Sí, sólo ida. Pero le van a reembolsar el 50%.

  • Ya, pero yo necesito ida y vuelta (280 por dos=560 euros. Tres veces más que lo que había pagado a Niki, calcula para sí mismo)

  • Ah, es que usted ¿no debe ser alemán no?. Es que nuestras compañías hacen esto para que los alemanes que han volado con Niki y están fuera, puedan regresar a su país a pasar las Navidades.

Al cabo de 1 hora llama el mismo humano que conocía el español al otro señor mallorquín que iba a pasar del mosqueo al cabreo en un pispás.

  • Lo siento mucho señor. Acabo de recibir otra notificación. No les pagan ni el 50%.

  • Sí, sí, de puta madre.

  • Que se queden dónde están o que se busquen la vida, le dice más o menos.

Y el mallorquín viajero reflexiona en voz alta con un tercer interlocutor: "Estoy contento porque lo que nos están haciendo ahora, lo hacían según ellos los mediterráneos". "Así que los mallorquines que no sean alemanes que se jodan". "Y pensar que quitaron el descuento del tren de Sóller a los baleares porque se quejó un alemán"".

La máquina que hablaba en alemán a un mallorquín cabreado