14 de enero de 2018, 19:36
162 pasajeros de un Boeing 737 de la aerolínea turca Pegasus han escapado ilesos de lo que podría haber sido una catástrofe aérea. Y es que, su avión derrapó en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Trebisonda.
Al no poder controlar los mandos de la nave, esta resbaló por un acantilado. Y, se quedó a unos metros de hundirse en el Mar Negro.
Tampoco se han registrado heridos en el incidente, cuyas causas están bajo investigación.
El aeropuerto de esta ciudad costera permaneció cerrado a lo largo de la pasada noche. A esta hora, sin embargo, ya ha reanudado sus operaciones, según ha informado la agencia oficial de noticias turca, Anatolia.