jueves. 28.03.2024

La dimisión de Biel Barceló tanto en el Govern como en sus responsabilidades al frente de MÉS per Mallorca han precipitado de tal modo los acontecimientos en el seno de la formación ecosoberanista que a día de hoy los descontentos en los dos frentes fundamentales muestran abiertamente sus discrepancias.

Por un lado están los más turismófobos, que son los que critican que Barceló y sus acólitos no haya hecho nada contra la creciente 'avalancha' de visitantes a las Islas y todo lo que ello conlleva.

El otro frente lo ocupan quienes estaban convencidos de que ésta iba a ser la legislatura del 'sorpaso' y de hacerse con el Poder.

Lo ratifican equidistantes analistas políticos. "Ni a unos, ni a otros, les ha salido bien la jugada porque han pasado de decir somos mayoría en el Govern y de hacerse selfies a todas horas con Podem, a ser vistos como un foco de conflicto permanente".

Y añaden: "Sin contar con los problemas que han causado al conjunto del Ejecutivo autonómico los presuntos casos de corrupción que están acechando a los cuatribarrados de Bel Busquets y de David Abril".

Queda poco más de un año de legislatura y unos y otros reflexionan si será tiempo suficiente para corregir el trazado tan torpemente recorrido y recuperar aquellos anhelos de 'sorpaso'.

El PSIB de momento está viendo los toros desde la barrera, pero mirando de reojo al retrovisor de un coche en el que ya no viaja con los mismos compañeros con los que en el verano de 2015 compartió la rentrée del pacto de la izquierda nacionalista en el Govern balear.

El pretendido 'sorpaso' de MÉS se ha quedado en agua de borrajas