martes. 19.03.2024

Por María Jesús Almendáriz

Úrsula Mascaró es una mujer clara, directa y razonablemente vehemente cuando se trata de defender lo que cree que es una injusticia como la de exigir el catalán en la sanidad balear y que afecta de lleno a sus amigos y conocidos y padres de compañeros de clase de sus hijos, que un día llegaron a Menorca de otros países para poner a disposición de la Isla su experiencia en el campo sanitario.

Pero el germen de Mos Movem Let's Go, dentro de poco Sociedad Civil Balear Mos Movem como adelanta mallorcaconfidencial.com, surge en plena crisis catalana, tras dos meses, septiembre y octubre, totalmente aciagos, de "ruina absoluta" y empresas que día a día se marchaban de Cataluña.

Y Úrsula decidió entonces no callarse y decir lo que pensaba de lo que estaba pasando allí y aquí. La imposición del catalán en la sanidad menorquina fue la espoleta y el punto de arranque para lanzarse incluso a salir a la calle, pancarta en mano, para decir alto y claro que la lengua no cura.

"¿Qué es este desastre. Me da vergüenza. Nosotros somos una isla integradora. Y yo misma me decía, Úrsula habla, no tengas miedo", y "Sabes, admite, tuve miedo, pero después decidí ir hacia adelante".

Úrsula Mascaró en la manifestación de MenorcaLa red social Facebook fue su primera comunidad para convertirse en un auténtico mar de opiniones y adhesiones que van a tomar cuerpo en una Sociedad Civil Balear que se está fraguando. Como ha avanzado a este digital, están en pleno papeleo ante notarios y próximamente harán su presentación oficial para ocuparse de asuntos tan importantes y polémicos como la Educación o el Estatuto. Una plataforma social con gente preparada que pueda estructurar el sentir de muchos baleares de fuera y de aquí, porque para Mascaró "todos somos de aquí, tú riojana también."

Presidenta o portavoz o cabeza visible de Mos Movem Let's Go, Úrsula Mascaró es conocida en el mundo empresarial por sus zapatos, una marca con repercusión nacional e internacional y muy bien posicionada, cuyo negocio no se ha visto resentido porque como ella misma dice "por los diez que no me han comprado, hay otros que estoy encantada de recibir". Y me cuenta que "el otro día una enfermera del hospital de Menorca le dijo a una amiga mía: Me voy a comprar unos Úrsula Mascaró aunque tenga que ahorrar un poco".

Lo tiene tan claro, que no quiere que en Baleares y Menorca en particular, pase lo de Cataluña. "Tenemos que ir de frente. Nada de ponerse de perfil con asuntos como la lengua. Si se van 3.000 empresas de aquí, vamos a comer patatas. Esto llega por aquí y empiezan a pedir la independencia..."

En este punto me cuenta que hace un mes que enviaron un e-mail tanto a la presidenta del Govern, Francina Armengol, como a la presidenta insular de Menorca, la también socialista Susana Mora, y que ni tan siquiera les han contestado.

"No quieren atendernos. Somos el pueblo balear, no como los de MÉS que son unos cuantos. Somos la ciudadanía pura y dura. Y el pueblo no quiere imposiciones lingüísticas". "Hay mucha gente del PSOE que están muy enfadados, porque ellos son del Partido Socialista Obrero Español y se siente españoles", subraya.

Y añade" las plataformas sociales tienen que transmitir a los políticos lo que quiere el pueblo". Por eso recuerda lo complicado que fue hace 15 años poder 'captar' a gente que quisiera venir a Menorca a ejercer. Ademas de sufrir la doble insularidad, sostiene, es muy complicado convencer al personal porque el alquiler está por las nubes. "Han venido de Venezuela, de Perú, de otros países y lo que queremos de un médico es que cure", puntualiza, lo demás no tiene sentido.

Por eso recuerda a Armengol que "no estamos conformes con lo que han hecho, que las calles son de todos, nosotros también podemos salir" y le pide que "escuche al pueblo balear, que no escuche a una minoría, que no nos importan los nacionalismos que no son nuestros, que somos un pueblo integrador".

Anuncia además que el decreto del catalán en sanidad lo van a impugnar, "no nos quedaremos parados. Dentro de un año hay elecciones. Esto tiene que saberlo esta señora porque el decreto es una medida innecesaria y excluyente". "De las 7.000 quejas que ha recibido el Ibsalut, sólo 5 fueron por la lengua".

Todo esto en un contexto en el que "nos faltan profesionales, hay listas de espera, urgencias colapsadas", sin contar con que las islas menores "no tenemos ni una residencia en Palma dónde los familiares de enfermos de cáncer, por ejemplo, puedan quedarse cuando tienen que pasar largas temporadas acompañando o cuidando de sus hijos aquejados de graves enfermedades, y luego quieren que hablemos el catalán".

mascaró con sus compañeros de Mos Movem Let's GoÚrsula Mascaró espera que la manifestación del próximo domingo 18 acudan los que crean que también se puede cambiar el rumbo de las decisiones políticas desde una plataforma cívica, por lo que no cree que el primer embate que ha ganado el decreto del catalán sea un éxito.

Entiende que los sindicatos que han doblado la cerviz están siendo muy criticados por sus propios afiliados, algunos de los cuales ya han anunciado que se van a borrar porque estaban "alucinando" cuando supieron que apoyarían el decreto. "Nos están vendiendo", decían al ver que salvo Simebal y Csif, el resto, CCOO y Satse han firmado el acuerdo.

La empresaria menorquina está convencida de que empleados de sanidad de CCOO irán a la manifestación del domingo.

Además quiere dejar claro que no va a escuchar los cantos de sirena porque "no tengo ninguna intención de ser política" y que, aunque agradecen todas las adhesiones, van a poner los puntos sobre las íes a quienes se ponen de perfil en el caso de la lengua, como el PP balear, o en el caso de Ciudadanos que cumplan también con lo que ahora critican. 

"Yo espero que la próxima vez, por las próximas elecciones, no ganen los de ahora", concluye.

manifestación en Menorca contra el catalán en la sanidad

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