jueves. 28.03.2024

Como si de una novela se tratara, así por lo menos lo ha sabido Más Que Confidencial de boca de uno de sus protagonistas, empezó el caso Palma-Arena, del que luego se derivó el caso Nóos y otros muchos que tienen al exministro y expresident del Govern del PP, Jaume Matas, inmerso en sus idas y venidas de los juzgados y de los tribunales.

A escondidas porque eran personas conocidas, en aquel tiempo unas más que otras por salir casi diariamente en los medios de comunicación, se veían en un despacho para cotejar datos y documentos que pudieran poner encima de la mesa indicios suficientes para abrir una causa que ha movido todos los cimientos políticos y judiciales de España.

Horas y horas con coñac y puros para hacer más llevadera las largas tardes o noches que trabajaban sin cesar con el objetivo de intentar desenmarañar lo que Matas había hecho y deshecho en su legislatura de 2003 a 2007.

A la pareja después se uniría otra pareja, cada cual experto en lo suyo. Una especie de 'dream team' con muchas ganas de trabajar y sobre todo de sacar a la luz una gran bolsa de corrupción que hoy, 10 años después, colea entre jueces, fiscales y abogados.

El nombre del despacho dónde tuvieron lugar aquellas reuniones que supusieron un auténtico terremoto político y judicial, al igual que los nombres de los 4 del 'dream team', MQC lo sabe, pero por razones obvias no desvela.

Pero la antigua plaza Hornabeque fue testigo de todo, de los coches tintados y de las miradas furtivas a diestro y siniestro para evitar que alguien reconociera sus caras.

El 'dream team' que desenmarañó el Palma-Arena en Hornabeque