jueves. 28.03.2024

Un trimestre sabático

 

Me he tomado un trimestre sabático, aunque había muchas razones para aportar mi humilde opinión pero he preferido hacer una cura de incontinencia verbal, ya que quizás de no haberla hecho, hubieran saltado víboras y culebras acompañadas de otros reptiles y animales en mis escritos, perjudicando, visto como están las cosas, a mi persona y quizás por ende a algunas otras más.

Todo debía cambiar en diciembre y nada, al menos hasta marzo, lo ha hecho. Creo que se ha empeorado más y al menos en el momento de escribir estas líneas no veo en el horizonte cambios sustanciales. Muchos reclaman la libertad de expresión y otros la libertad de presos políticos. Los primeros pienso que confunden la libertad con el libertinaje y el insulto gratuito en aras a la cultura y en defensa de sus presuntas libertades olvidando que las libertades, las de todos, nunca pueden ser ofensivas, cuando esta libertad que se toma cae en el insulto y en la provocación, en el menos precio de los valores ajenos legítimos , en el insulto personal y en contra de los símbolos sagrados de quienes no piensan como ellos, precisan indiscutiblemente de un castigo, cuanto menos moral por razón de sus improperios y conducta inadecuada. ¿La cárcel? No entro en estas cuestiones, la justicia a veces ciega, literalmente, en una instancia ya se ha pronunciado, aunque a este fallo, por mi respetado, particularmente añadiría, la limpieza de lengua con agua de lejía y unas cuantas clases magistrales de educación y de lo que un tiempo llamábamos urbanidad. Lo mismo puede decirse con respeto a los palmeros que siguen a estos individuos antisistema y que están abducidos por la estulticia de las marionetas de feria en sus teatros de guiñol.

En cuanto a los lazos amarillos, no tengo nada en contra de ellos, pobres lazos amarillos moliéramos, que culpa tiene este color para que lo usen como apoyo a unos presos preventivos, no por sus ideas, si no por saltarse toda la legalidad vigente ya que si fueran en verdad presos políticos las cárceles deberían ampliarse de forma exponencial, a marchas forzadas, para encerrar a todos aquellos que se sienten independentistas y que con toda legitimidad y legalidad expresan y defienden sus ideales. No es el caso de los encarcelados, estos usaron otros medios saltándose todo cuando dice la ley y por ello, por sedición presunta, rebelión, desordenes públicos y otros quítame de ahí estas pajas están encerrados mientras que los más cobardes, presuntamente, huidos y todo un pueblo secuestrado por el egoísmo de gobierno de unos pocos, y todos los demás callados como rebaño de corderos, echando la vista a otro lado unos y los otros la cabeza bajo el ala. En qué país vivimos? Esperemos una buena primavera.

Un trimestre sabático