martes. 19.03.2024

A Más Que Confidencial  han llegado no una, sino decenas de quejas de la gente de un barrio que no está tan alejado de la zona más urbana y cosmopolita de Palma y que, sin embargo, tiene a 400 familias pendientes de una solución política que tarda en llegar.

Y tiempo es lo que menos les queda a los más mayores que viven en esta zona cada vez más degradada y que alguna vez han escuchado por parte del político de turno que lo de las viviendas sociales de Corea se iba a arreglar.

Sin embargo la realidad se impone y cada día surge un nuevo problema.

Ya hemos visto escaleras apuntaladas que se vienen abajo, con las fotos de los mismos bomberos, por lo que no hay trampa ni cartón, hogueras a la luz de la noche, calles oscuras y escenas en general que son difícil de asumir socialmente.

Pero lo que más llama la atención, es ver a los ancianos que, según la foto que nos han hecho llegar a MQC, en 2015 escuchaban a un político, en este caso al candidato socialista José Hila, que al igual que otros candidatos de otros partidos se pasaron por Camp Redó para recoger las demandas de los vecinos.

Ver esa cara de los ancianos y esa sinceridad y honestidad en sus rostros es lo que rompe y tritura cualquier argumento justificando del porqué no se ha hecho lo que se prometió.

Explicarles lo complicado que es para un político que gobierna acometer un plan que aligere la tremenda situación que está viviendo esta gente mayor en su barrio, es tremendo si hay que mirar la cara de los ancianos de la foto.

Lo que se promete a la gente mayor de Camp Redó hay que cumplirlo