jueves. 28.03.2024

Cuando en un partido, cualquiera, escuchas la expresión "éste/ésta ya está amortizado/da", malo.

Quiere decir que no le queda ni un telediario, también una manida expresión, aunque más genérica, para todos los ámbitos.

Lo de amortizado, es una condena a muerte en la vida política que denota que los partidos no se andan con chiquitas cuando el que dirige hace borrón y cuenta nueva.

La foto que ilustra este Más Que Confidencial la colgaron en sus redes quienes asistieron a la llamada de quien en el primer Pacto de Progreso de 1999, formaban parte del Govern de Antich. El jefe del Ejecutivo autonómico los reunió a manteles hace casi dos años.

Ninguno de ellos está en la primera línea, ni en la segunda y otros incluso se han dado de baja en el partido donde militaban.

Es el caso reciente de Joan Mesquida, que ha dicho adios al PSIB-PSOE, porque no comulga con que su mensaje de partido mayoritario se diluya con sus escarceos independentistas y podemitas, mientras que Celestí Alomar se fue a finales del pasado año por todo lo contrario, porque Pedro Sánchez apoya que los artífices del procés catalán estén en la cárcel y que diera su beneplácito a la aplicación del 155.

Pero en la foto también vemos una consellera verde, desaparecida de la vida política, los de Esquerra Unida, amortizados, y nacionalistas del PSM, como Pere Sampol o Mateu Morro, que aunque fuera de la línea de salida desde hace algún tiempo, parece que no dejan de mecer la cuna a favor ahora del soberanismo más radical.

Los amortizados: El único que aún está en línea es Antich