jueves. 28.03.2024

El Real Mallorca ha puesto la directa. Hacia el descenso, claro. Tres derrotas consecutivas ha dejado contra las cuerdas a los bermellones, que parecen incapaces de sumar un triunfo en lo que queda de Liga. El patetismo más atroz se supera partido tras partido, y este domingo el Deportivo se ha dado un festín sin despeinarse (0-3).

Con un entrenador que ha empeorado los números de Oltra, un equipo (?) de ineptos y una directiva escondida, nadie duda ya de que el futuro de los isleños se escribe como se escribió el del Racing de Santander, a menos que un inesperado e improbable golpe de timón haga girar los acontecimientos. El conjunto de Lluis Carreras huele a podrido, y es imposible agarrarse a nada para creer en la permanencia.

El Mallorca salía mejor posicionado que en otras ocasiones, pero ante la portería de Lux los futbolistas no estaban acertados. Mientras, el Deportivo iba acercándose cada vez con más peligro al área bermellona. Y sería en una de esas llegadas cuando, rebasada la media hora, Kevin cometería otro estúpido penalti marca de la casa que iba a suponer el 0-1. Miño no puede pararlos todos.

Pocos minutos después se iba a producir en el otra área la jugada polémica del primer tiempo. El colegiado no quiso ver un posible penalti sobre Tomer Hemed pero sí vio la posición anti-reglamentaria de Emilio Nsue, que batía acto seguido a Germán Lux en un gol anulado por fuera de juego.

Da igual. Con esta banda no hay polémica que valga. Ya se encargan ellos de hacerla innecesaria. En la reanudación, otra exhibición de la incapacidad profesional de toda la defensa propiciaría el 0-2, obra de Luisinho a los dos minutos. Y a los 21, Borja Bastón ponía la puntilla a un equipo roto que ha puesto la directa hacia la Segunda división B.

Muchas gracias Serra.

El Mallorca pone la directa hacia 2aB