viernes. 29.03.2024

Lorenzo Serra Ferrer y Biel Cerdà habrían escrito una historia muy diferente al frente del Titanic. Quienes se supone que deben liderar el Mallorca, máximo accionista y presidente, parecen haber saltado del barco mientras éste se hunde. Y aquí paz y después gloria.

Ni uno ni otro han viajado con la expedición bermellona que este sábado se ha alojado en Zaragoza, velando armas para un partido vital en las aspiraciones del conjunto isleño, aunque a estas alturas aún no se tenga claro si es por meterse en la promoción de ascenso a por evitar unos puestos de descenso que están más cerca derrota tras derrota.

El que fuera responsable de diseñar la plantilla con mayor presupuesto de Segunda pero que aún no ha pasado ni una jornada entre los seis primeros no quiere estar en la foto del desastre. Visitante ocasional del palco de Son Moix, tampoco parece dispuesto a hacer piña en un momento de la temporada que puede marcar no sólo el futuro deportivo del club sino su supervivencia.

Da igual. Serra sigue a lo suyo, esperando que sea otro, como siempre, el que se 'coma los marrones' de una gestión nefasta que acabó con el Mallorca en Segunda y ahora lo tiene mucho más cerca de Segunda B que del retorno a la máxima categoría.

Cerdà tampoco ha viajado con el equipo esta mañana. El presidente a pesar de todos pretende mantener su silla pero sin ejercer funciones elementales como la de arropar a los futbolistas, cuando han sido capaces de ganar un solo partido en todo el 2014.

Así, los jefes de expedición han sido el director deportivo Toni Prats y el apoderado Tolo Martorell. Ellos representan a la institución en un viaje a tierras mañas que puede dejar al Real Mallorca en una situación más que comprometida.

Serra y Cerdà se borran