El lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, afirmó hoy que, "una vez producida trampa de la ilegalización", se necesitan "más que nunca" Gobiernos sólidos y afirmó que la mayoría "más fuerte" para gobernar es PNV-PSE. Además, destacó que el líder de los socialistas vascos, Patxi López, puede ser lehendakari si presenta apoyos, pero advirtió de que "siempre será quien ha perdido las elecciones"
En una entrevista concedida al diario El Correo, recogida por Europa Press, Ibarretxe afirmó que "el PNV ha ganado las elecciones" y él es el que tiene hoy "más escaños". "El PNV seguirá liderando este país en el futuro, como ha hecho en el pasado", añadió.
Ibarretxe dijo que, "a lo largo de la última legislatura, se han dado acuerdos amplísimos". "Hemos gobernado tres formaciones políticas y hemos alcanzado acuerdos con todas las demás, muchos de ellos con el PSE. Ha sido una legislatura muy provechosa: más de 40 leyes aprobadas y todas ellas con, al menos, cuatro partidos detrás", señaló.
Por ello, aseguró que ello significa que ha sido "un Gobierno absolutamente abierto". "Una vez producida la ilegalización, que ha sido una trampa democrática para que PSE y PP tuvieran mayoría absoluta, se necesitan más que nunca gobiernos fuertes", dijo.
Tras afirmar que "no estamos para perder el tiempo", señaló que "la mayoría más fuerte es PNV-PSE y, por eso, se hizo desde el PNV, con buen criterio, una oferta a los socialistas". "Yo formé parte de la delegación que propuso al PSE ese pacto, pero los socialistas están en otras cosas", aseveró.
A su juicio, su propuesta fue rechazada por los socialistas vascos "porque tienen otra opción, que es la de pactar con el PP". "Me imagino que no pretenderán juntar los votos sólo para desalojar, como ellos dicen, al PNV y a Ibarretxe", precisó.
Según aseguró, "tendrán que decir qué es lo que pueden ofrecer juntos para generar confianza". "Es legítimo querer echar a alguien, pero nos tendrán que decir exactamente para qué", insistió.
Tras advertir al PSE-EE de que no se puede tratar "de convertir una derrota en una victoria con los periódicos", reconoció que "es evidente que, con la matemática, López puede ser lehendakari, pero eso no cambiará que ha perdido las elecciones".
"Espero que esos votos no sean para un día. Además de quitarme de en medio, ¿para qué van a sumar?, ¿qué pasa en el día D+1?, ¿que, en lugar de esos 38, podemos tener un Gobierno en minoría y con 25?. Sería curioso pasar de hacer una crítica a la debilidad de un tripartito que ha conseguido acuerdos amplísimos a tener el Gobierno más débil de este país en los últimos años", subrayó.
A su juicio, con el tripartito, trasladaron "abiertamente cuántos eran", qué programa electoral tenían y qué Gobierno iban a formar. "Presentamos todo junto. Cuando yo fui al Parlamento, no fui sólo a decir 'votadme'", manifestó.
Preguntado por si cree que López esta preparado para gobernar, dijo que "esas cosas las tiene que valorar la sociedad", y recordó que "la sociedad vasca a quien le ha dicho que tiene la máxima confianza es al PNV" y a él "como líder del PNV".
MEDICIÓN EN VOTOS
"La confianza y la preparación se miden en los votos y, si por los votos hay que medir, resultaría que el PNV y yo como candidato tenemos 80.000 razones más democráticas en términos de confianza por parte de la sociedad vasca que el PSE o López", añadió.
Además, precisó que "el esfuerzo de construir país hay que hacerlo entre todos". "Esta sociedad es plural, la política también y en las instituciones hay una variedad enorme de fórmulas de gobierno", señaló.
Respecto a la afirmación del presidente del EBB, Iñigo Urkullu, sobre que si el PSE-EE dirige un Gobierno vasco liderado por Patxi López supondría "un golpe institucional", dijo que "lo que quiso trasladar es que genera poca confianza que dos partidos que se llevan a matar en España se estén dando besos en Euskadi, y que, si la izquierda abertzale estuviera en el Parlamento, de ninguna manera tendrían la mayoría" porque "este país sigue siendo abertzale".
Tras acusar al PSE-EE de "ocultar en campaña lo que quería hacer" con los populares, apuntó que "el PP ha dicho siempre que sus votos serían para desalojar al nacionalismo". "López ha hecho lo contrario, se lo ha ocultado a la sociedad. No son de fiar. Al PP hay que reconocerle que ha sido leal, pero el PSE lo oculta porque sabe que hay muchos socialistas de buen corazón que no entienden que se apoyen en el PP", reiteró.
Preguntado por si asume que su empeño, primero, en el Plan Ibarretxe y, después, en la consulta ha podido ahondar "la sima" con los no nacionalistas, lo que hace imposible ahora el acuerdo, respondió: "La valoración que la sociedad hace de mi gestión se ha visto el día 1. Me encuentro muy satisfecho".
Además, apuntó que, "en la vida política y personal", ha tenido "aciertos y errores". "Pero lo he dado todo y la gente lo sabe. El arrope democrático y el cariño de la gente me permiten tener paz interior y transmitirla. Siempre he tratado de dar lo mejor de mí mismo", dijo.
Asimismo, consideró que hay que hacer "autocrítica" de por qué no se han aprovechado "las dos oportunidades que ha habido para alcanzar la paz: una en la que estuvimos invitados los partidos, en el acuerdo de Lizarra, en la que también se implicó Aznar negociando con ETA, y otra cuando lo intentó Zapatero". "Alcanzar la paz es el objetivo más noble que tenemos pendiente", señaló.
INVESTIDURA
Sobre si presentará su candidatura a la investidura, afirmó que, "en estos momentos, el único que tiene 30 votos detrás es el PNV". "Eso es lo importante. Ya veremos en las próximas semanas los acontecimientos. El que más escaños tiene es el PNV y yo como su candidato", indicó.
Sobre su futuro, de pasar a la oposición, dijo que es "ser candidato del partido ganador". "Y repito que, mientras no se den otras circunstancias, ésta es la situación que hoy tenemos. Es lógico que el candidato del partido ganador aspire a liderar este país, y quien ha perdido las elecciones puede ser lehendakari, sin duda, si presenta apoyos, pero siempre será quien ha perdido las elecciones", afirmó.
