El presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Antoni Horrach, advirtió hoy que la apertura cada vez más tardía de los establecimientos vacacionales, la mayoría de los cuales (alrededor del 60%) abrirán sus puertas a partir de mañana, 1 de mayo, o el hecho de que los trabajadores contratados como fijos discontinuos empiecen vacaciones de inmediato tras ser contratados, son dos elementos que se agudizarán en el futuro.
Así lo confirmó el líder de la patronal del sector en la isla, en declaraciones realizadas a Europa Press, ante el inicio de una temporada de la que adelantó que el mercado emisor alemán "se mantendrá", mientras que "preocupan mucho" el británico y el español. Aunque, al final, espera unos resultados del verano "parecidos" a los obtenidos en 2008, un año que se caracterizó por el crecimiento de los visitantes --hasta 13 millones-- y, al mismo tiempo, la caída de la rentabilidad.
Para Horrach, después de tres años consecutivos retrasándose la apertura de los establecimientos, "ya empieza a ser una particularidad" esta reducción de la actividad, porque "cada vez son menos los meses rentables para nuestra planta" alojativa, cuya 'temporada' de apertura se está estrechando por ambos extremos del calendario, ya que dudó de que haya hoteles vacacionales abiertos más allá del 10 ó el 15 de octubre. Sin emabrgo, descartó que no se esté llamando a los fijos discontinuos, dado el compromiso existente entre las empresas y la Administración.
De hecho, el número de establecimientos de las principales zonas turísticas que rehúsa abrir en Semana Santa y opta por hacerlo directamente en mayo "está en constante crecimiento", al margen de las fechas que ocupe ese periodo vacacional, en marzo o en abril, según el año. Aunque, por otra parte, resaltó que muchos de los que decidieron empezar a recibir visitantes en Pascua "están satisfechos" con los resultados obtenidos, a pesar de que abrieron prácticamente a ciegas, porque la mayoría de las reservas se realizaron en el último momento, cuando proliferaron las ofertas.
"Estamos muy nerviosos", admitió Horrach, quien atribuyó los buenos resultados de Semana Santa a que "fuimos menos los que abrimos", apenas un 45 por ciento del total de establecimientos. Por lo que esa es la tendencia marcada para los próximos años, y "me atrevería a pronosticar que el año que viene puede que aún vaya a más"; porque "estamos ya sintiendo que es un denominador común el tratar de hacer la temporada cada vez más corta, pensando sólo en nuestros intereses", que son los que "desgraciadamente, rigen las empresas con ánimo de lucro", lamentó el presidente de los hoteleros mallorquines.
CONSECUENCIAS LABORALES
Laboralmente, toda esta situación se traduce en que los trabajadores de la hostelería "se deberán acostumbrar a que se les dé de alta y --a continuación-- se les dé vacaciones", todo ello, para alcanzar los 180 a 214 días que corresponden a los contratos de fijos discontinuos, que, como ya está sucediendo, están contratados 15 días antes de que el hotel se ponga en marcha, disfrutando por adelantado de su periodo de descanso. Una problemática que se debe a que "no nos salen los números" y que Horrach le trasladó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la reunión que mantuvo con el sector turístico en Palma el pasado 19 de abril.
"Cada vez son menos los meses rentables para nuestra planta", sentenció el presidente de la FEHM y, por lo tanto, los hoteleros esperan del Ejecutivo central "que nos incentive fiscalmente, o a través de la Seguridad Social", porque la realidad es que la estacionalidad turística es cada vez más patente en esta industria --a pesar de los esfuerzos realizados para combatirla-- y, de hecho, "tenemos claro que en invierno no hay que abrir, ahora sólo nos preocupa la temporada alta" estival, cuyos buenos resultados tampoco están garantizados en un año económicamente tan incierto como 2009.
CIERRE ANTICIPADO EN OCTUBRE
De la misma manera que se retrasa en un mes o más --dependiendo de cada establecimiento-- la apertura de los hoteles, la nueva tendencia también apunta a una anticipación en el cierre, que anteriormente se situaba en torno al 31 de octubre y ahora sólo le reserva a ese mes "una cola de diez días", por lo que el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca consideró que no habrá más de un 20 por ciento de la oferta alojativa vacacional abierta más allá del día 15, con cinco meses de actividad en muchos casos, que además no se corresponderán a plena ocupación en su totalidad.
Antoni Horrach no dudó en calificar de "muy peligrosa" esta tendencia y, para corregirla, consideró que será necesarias "muchas más ayudas" que las que suponen el Plan Renove Turístico o el Decreto Ley de Medidas Urgentes para el Impulso de la Inversión en Baleares, que favorecerán cambios en las instalaciones hoteleras como la integración de un área de spa o de infraestructuras adecuadas para ciclistas, ofertas que se emplean para desestacionalizar y sin las que "será imposible abrir en invierno" para clientes interesados en esas ofertas, así como en golf, gastronomía, enología y cultura.
Sin embargo, los resultados no acompañan de nuevo. La pasada Semana Santa, los hoteles de Palma --dirigidos en parte a esas ofertas a través de la fórmula de viajes conocida como 'city break'-- registraron una ocupación media del 40 por ciento, con lo cual, fue la que "peor" comportamiento experimentó entre todas las zonas turísticas de Mallorca, admitió Horrach, quien descartó que se deba a una sobreoferta de establecimientos, tras las aperturas que se dieron en los últimos años en la capital balear, aunque "ningún empresario piensa que su establecimiento es el que sobra", agregó.
AUMENTA LA OFERTA ALEGAL
En la última década, "hemos reducido camas" y, además, muchos hoteles subieron de categoría, sobre todo de dos a tres estrellas y de tres a cuatro estrellas, con el consecuente "crecimiento cualitativo de la oferta. Por lo que el presidente de la FEHM achacó las dificultades al desarrollo de la oferta 'alegal' que suponen las viviendas que se alquilan a los turistas y que, según aseguró, en el año 2007 suponía más del 45 por ciento del total de plazas totales ofertadas en la isla. "Me parece injusto que nosotros carguemos con el mochuelo de destructores de territorio, cuando está bien claro que son otros sectores", sentenció.
"Está claro que es un tipo de oferta que se demanda y que en otros destinos --competentes- es incluso mayor, por lo que consideró que está bien que esté en el mercado, ya que hace que la gente venga. Lo que no queremos es que crezca más", afirmó Horrach, quien consideró que también se debe aplicar en este caso el control administrativo que se mantiene desde hace más de una década sobre la planta hotelera vacacional, a la que se considera "equilibrada", porque los apartamentos y viviendas alquiladas a visitantes "no están sometidos a ningún tipo de inspección" y supone una "economía sumergida que mueve una enorme cantidad de dinero", además de una competencia que consideró desleal.
