jueves. 28.03.2024

Más de 1.000 personas fallecen cada año en Baleares como consecuencia directa del consumo del tabaco, sobre todo, por cáncer de pulmón y problemas del corazón, mientras que en España esta cifra asciende hasta los 55.000 o 60.000, de los que cerca de 7.000 corresponden a fumadores pasivos, según informó hoy a Europa Press la coordinadora autonómica de Drogodependencias y Adicciones, Elena Tejera.

Tras visitar la mesa informativa instalada por el Govern en la Plaza Mayor, con motivo de la celebración mañana del Día Mundial Sin Tabaco, el conseller de Salud y Consumo, Vicens Thomàs, remarcó que fumar resta 20 años de vida a aquellas personas que fallecen como consecuencia directa del consumo de cigarrillos.

Así, recordó que el tabaquismo se relaciona como causa de un total de 29 enfermedades y detalló que de todas las muertes atribuibles a este hábito, los tumores malignos ocupan el primer lugar, con el 43,2 por ciento, seguido de las enfermedades del aparato circulatorio, con un 33,7 por ciento, y las enfermedades respiratorias, con un 23,1 por ciento.

De este modo, remarcó que las muertes por tabaco son más numerosas que las producidas por drogas ilegales, sida o accidente de tráfico, de forma que de cada 1.000 muertes en España, 142 se deben al tabaquismo, 20 a accidentes de tráfico, 2 a causa del sida y una al consumo de drogas ilegales.

Por su parte, Tejera detalló que el tabaco no sólo causa cáncer de pulmón, enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares, sino que incluso genera enfermedades que sin los cigarrillos "casi ni existirían", como la bronquitis crónica y los efisemas.

La Encuesta de Salud de Baleares realizada en 2006 a mayores de 16 años, desvela que la edad media de inicio en el consumo de cigarrillos en Baleares está alrededor de 17 años, aunque a los 13 años comienzan a mantener sus primeros contactos con el tabaco.

Por otro lado, este estudio revela que el 27 por ciento de la población adulta fuma diariamente, mientras que en 2001 lo hacía un 29,2 por ciento. Por su parte, el 47,7 por ciento de los jóvenes afirma convivir con una persona fumadora, por lo que "muchos de ellos terminarán siendo fumadores", mientras que el porcentaje de ciudadanos ex-fumadores alcanza el 18 por ciento y el de ciudadanos que nunca ha fumado se sitúa en el 51,6 por ciento.

"Hay que sensibilizar a la gente de los riesgos del humo del tabaco y de los beneficios de dejar de fumar", remarcó Tejera, quien recomendó a aquellas personas que no hayan decidido todavía dejar de fumar o no puede dejar de hacerlo que "no fume en casa, ni en ambientes cerrados, ni delante de los niños", con el fin de evitar que haya fumadores pasivos.

Más de 1.000 personas mueren al año en Balears por fumar