viernes. 29.03.2024

Greenpeace condena que tras seis días de negociaciones, los gobiernos reunidos en la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES) en Doha (Qatar) hayan acordado no tomar ningún tipo de medidas para proteger el atún rojo (Thunnus thynnus) lo que lleva a la especie a la extinción.

La organización ecologista denuncia que el fallo de no apoyar la protección del atún rojo, significa que, como siempre, prevalezca la defensa de los intereses económicos sobre el respeto al medio ambiente lo que favorece a unos cuantos a corto plazo y lleva al colapso ecológico y económico a la mayoría. Greenpeace le pide al Gobierno español que declare un Santuario en el sur de las Islas Baleares que proteja la reproducción de esta especie.

El atún rojo se encuentra en peligro de extinción comercial debido a la nefasta gestión de la pesquería. Los científicos estiman que, como mucho, sólo queda un 15% del stock reproductivo de atún rojo en los océanos, lo que confirma que la situación de la especie es crítica. Los científicos coinciden con las ONG en que el atún rojo cumple los criterios para ser incluido en el Apéndice I de CITES.

"Es una vergüenza que tras días de reuniones los países decidan públicamente llevar a una especie a la extinción" ha declarado Celia Ojeda, responsable de la campaña Océanos de Greenpeace. "Los gobiernos acaban de enseñar el camino para su extinción al atún rojo. Esta decisión es el comienzo de una muerte anunciada" .

Tanto la propuesta original del Principado de Mónaco de incluir esta especie en el Apéndice I como la propuesta apoyada por la Unión Europea (UE) de protegerlo pero con una serie de condiciones han sido rechazadas. Esta votación negativa ha sido instigada por Japón tras intensos días de realización de un severo y agresivo lobby, para mantener su comercio internacional. En la actualidad, Japón importa un 80% de las capturas de esta especie.

"Japón ha apoyado sus propios beneficios de una venta de un producto de lujo. Sin embargo, gobiernos como el de España, que lidera en la actualidad la UE, están dejando morir un sistema tradicional de capturas y una especie emblemática del Mediterráneo" ha añadido Ojeda. "Esta decisión hipoteca el futuro a largo plazo del sector pesquero, clave en la economía española" .

Ahora el futuro de esta especie está en manos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés), cuya gestión ha sido calificada de "desastre internacional". La gestión de ICCAT es lo que ha llevado a esta especie al borde del colapso.

Greenpeace cree indispensable la creación del Santuario Balear del atún rojo