viernes. 29.03.2024

Unos 600 de los activistas, entre ellos los tres españoles, que viajaban a bordo de la flotilla solidaria asaltada este lunes por la Marina israelí se encuentran detenidos en Beersheva, a la espera de que se aclare su situación y se decida si son deportados, mientras que alrededor de medio centenar de ellos ya han sido enviados a sus países de origen.

Entretanto, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este martes una resolución en la que pide una "investigación imparcial" sobre lo ocurrido, algo que Israel ha calificado ya de "inaceptable", insistiendo en que sus fuerzas actuaron en legítima defensa.

Las autoridades israelíes, citadas la mañana de este martes por el diario 'Haaretz', dijeron que al menos 629 activistas de la flotilla humanitaria iban a ser encarcelados, que 50 ya habían sido repatriados y que 46 estaban hospitalizados, nueve de ellos con heridas graves.

Alrededor de 700 activistas han sido procesados en la ciudad portuaria israelí de Ashdod y sus alrededores, adonde fueron conducidos los seis barcos de la flotilla después de ser capturados por la Armada hebrea. La mayoría de los detenidos son turcos, pero también figuran entre ellos israelíes, palestinos, estadounidenses y numerosos europeos --políticos, intelectuales e incluso un superviviente judío del Holocausto--.

El Ministerio del Interior informó este martes de que 50 activistas han sido trasladados al aeropuerto Ben Gurión para ser repatriados voluntariamente. Al menos 629 se han negado a firmar el acta de deportación --entre ellos dos de los tres españoles, según el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos-- y podrían ser encarcelados mientras Israel sopesa otras opciones legales.

Aparte, 46 civiles, en su mayoría turcos, siguen hospitalizados en varios centros médicos de Israel, nueve de ellos con heridas graves. Seis soldados israelíes, entre ellos dos oficiales, están también ingresados por heridas leves o graves.

EL CONSEJO DE SEGURIDAD CONDENA

Mientras, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, después de diez horas de debate a puerta cerrada, ha condenado el asalto y reclamado la liberación "inmediata" de los detenidos y una investigación "rápida, imparcial, creíble y transparente" sobre el incidente, según informó el organismo un comunicado.

En el comunicado, leído por el presidente en ejercicio del Consejo de Seguridad, el embajador mexicano Claude Heller, el organismo "lamenta profundamente la pérdida de vidas y las heridas causadas por el uso de la fuerza durante la operación militar israelí en aguas internacionales contra el convoy que navegaba hacia Gaza".

"En este contexto, condena estos actos que han causado la pérdida de las vidas de al menos diez civiles y numerosos heridos", dice el texto, aunque las autoridades israelíes hablan de nueve muertos. Según fuentes diplomáticas, las principales discrepancias en el seno del Consejo las protagonizaron Turquía --que pidió una reunión de emergencia del organismo con el apoyo de Líbano-- y Estados Unidos, en lo tocante al uso de la palabra "actos".

Turquía defendía que el término figurase en singular, dando a entender que sólo hubo un "acto", el del Israel, mientras que Estados Unidos prefería su uso en plural, extendiendo con ello la responsabilidad a los activistas que se defendieron del abordaje.

Igualmente, el Consejo reclamó "la libertad inmediata de los barcos y de los civiles detenidos por Israel" e instó al Estado hebreo a que les facilite "el pleno acceso a sus consulados" y permita a los países concernidos "recuperar inmediatamente a sus muertos y heridos".

"INVESTIGACIÓN IMPARCIAL"

Asimismo, el comunicado pide "una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente de acuerdo con las normas internacionales" y, por otro lado, advierte de que la situación en la Franja de Gaza "es insostenible", muestra su preocupación por "la grave situación humanitaria" en esa región y expresa "la necesidad de que haya un flujo sostenido y regular de bienes y personas a Gaza y de que la ayuda humanitaria se distribuya sin impedimentos".

Durante el debate, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, afirmó que el ataque de Israel fue un acto de "bandidaje y piratería". "Se trata de un asesinato llevado a cabo por un Estado", agregó. Según fuentes de la Embajada turca en Israel, cuatro de los nueve fallecidos eran turcos.

Pero el viceembajador de Israel, Daniel Carmon, declaró ante el Consejo de Seguridad que la flotilla era "cualquier cosa menos" una misión humanitaria. Sus organizadores "se valieron cínicamente del disfraz de la ayuda humanitaria para enviar un mensaje de odio y de violencia", aseveró.

"DOBLE RASERO"

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, que conversó este martes con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, denunció el "doble rasero" que aplica la comunidad internacional a Israel y calificó de "inaceptable" el comunicado del Consejo de Seguridad.

En dicha conversación, según informó el Ministerio de Exteriores israelí en un comunicado, Lieberman lamentó que "la hipocresía y el doble rasero estén echando raíces en la comunidad internacional en lo relativo a Israel" y señaló que su país ha sido "condenado por acciones indudablemente defensivas".

Así, explicó a Ban que los soldados israelíes tuvieron que actuar para defenderse durante el abordaje del buque turco de la flotilla "contra el ataque de una panda de matones y partidarios del terrorismo que habían preparado palos, barras de metal y cuchillos antes de la confrontación". También recordó que los activistas rechazaron la propuesta israelí de llevar al puerto de Ashdod toda la carga para su revisión y posterior envío a Gaza.

CONTINÚAN LAS REACCIONES

Mientras, la comunidad internacional siguió reaccionando este martes a la operación militar contra el barco turco 'Mavi Marmara', uno de los seis que integraban la flotilla. El más duro volvió a ser el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien calificó de "masacre sangrienta" lo ocurrido en el barco y concluyó que las acciones de Israel fueron un ataque al Derecho Internacional, la conciencia de la Humanidad y la paz mundial.

Además, consideró que Israel debe ser "castigado" por lo que ha hecho y advirtió de que "nada será lo mismo" en las relaciones entre los dos aliados. "Nadie debería intentar poner a prueba la paciencia de Turquía", opinó Erdogan, que añadió que "ha llegado el momento de que la comunidad internacional diga 'ya basta'".

De hecho, el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, afirmó que Turquía está examinando sus vínculos energéticos con Israel, y el de Asuntos Exteriores indicó que las acciones israelíes han perjudicado los esfuerzos para alcanzar la paz en Oriente Próximo.

"¿Cómo podemos contar con ellos como un socio que realmente quiere la paz si ellos mismos no respetan a los civiles de un país amigo?", se preguntó Davutoglu. "¿Cómo podemos convencer a Siria o a otros países de la región de que quieren la paz?", agregó.

La OTAN, Rusia y la Unión Europea coincidieron en pedir que se investigue lo que ocurrió la madrugada del lunes en el 'Mavi Marmara'. Así, al término de la reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte (CAN) convocada este martes de urgencia a nivel de embajadores a petición de Turquía, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, exigió una investigación "imparcial y creíble" y reclamó la liberación "inmediata" de los activistas detenidos.

La Unión Europea y Rusia, que celebraron una cumbre en Rostov del Don, también reclamaron "una investigación completa e imparcial" del asalto y además pidieron a Israel que permita el libre flujo de ayuda humanitaria, bienes comerciales y personas desde y hacia la Franja de Gaza.

Unos 600 activistas de la flotilla solidaria, detenidos en Israel