jueves. 28.03.2024

Una investigación iniciada por la Policía Nacional ha permitido desarticular un complejo grupo organizado de clonadores de tarjetas bancarias con conexiones a nivel mundial con la detención de 178 miembros que podrían haber obtenido unos beneficios superiores a los 20 millones de euros. En España, el operativo, dirigido por la Audiencia Nacional, se ha saldado con el arresto de 76 integrantes de la banda, que en su mayoría desconocían quienes eran los líderes internacionales de la organización.

   Según informó la Policía, la operación, en la que han participado 14 países, se ha saldado con 84 registros practicados y 11 laboratorios de falsificación desmantelados. Las actividades delictivas del grupo abarcaban también los robos con fuerza, las estafas, las extorsiones, la explotación sexual y el blanqueo de capitales.

   Los subgrupos asentados en cada uno de los países formaban una mini-estructura dentro del entramando global de la organización y estaban sometidos a las directrices generales y estratégicas de sus máximos responsables. Según los investigadores, falsificaban tarjetas con las numeraciones obtenidas de forma fraudulenta y después realizaban reintegros en cajeros automáticos o compras en comercios, entre otras actividades delictivas.

   En España, la operación policial se ha desarrollado en cuatro fases que han culminado con un total de 76 detenidos, 48 registros, seis laboratorios de clonación de tarjetas y otro en el que se intervinieron 30 bocas de cajeros manipuladas, moldes y componentes electrónicos. Además, se han localizado más de 5.000 tarjetas clonadas y 120.000 numeraciones de tarjetas.

   El operativo ha culminado con éxito gracias a la dirección de la Audiencia Nacional, tanto del Juzgado Central de Instrucción número 5 como de la Fiscalía.

   UNO DE LOS CABECILLAS, EN VALENCIA

   Las investigaciones contra este grupo criminal se iniciaron en Valencia, donde los agentes detectaron las actividades de varias personas dedicadas a la falsificación de tarjetas bancarias con las que realizaban reintegros en cajeros automáticos. Entre los investigados estaba uno de los cabecillas de esta organización, una de las más importantes de alcance transnacional.

   La compleja estructura de la red desmantelada dificultó el desarrollo de las investigaciones. Los subgrupos funcionaban de forma autónoma en cada país y a su cabeza se encontraba un responsable que era el único que mantenía contactos con los cabecillas de la organización como medida de seguridad.

   Los líderes de cada subgrupo se repartían el territorio en el que desarrollaban sus actividades y no dudaban incluso en emplear métodos coactivos para eliminar la competencia de otras bandas. Para garantizar esta "territorialidad" entregaban un porcentaje de sus beneficios a los máximos responsables de la organización.

   Otra de las dificultades con la que se han encontrado los investigadores para poner fin a sus actividades criminales es la gran movilidad geográfica de los acusados. Algunos de ellos, se desplazaban por espacios cortos de tiempo a otros países donde llevaban a cabo sus actividades mientras que otros, cuando estaban "quemados" en el lugar donde actuaban habitualmente como consecuencia de detenciones o por problemas internos, se desplazaban a otras zonas gracias a la infraestructura internacional de la banda.

   La mayoría de los miembros desconocían quiénes eran los líderes mundiales de la organización y, en el caso de que hubieran oído hablar de ellos, únicamente conocían un alias y jamás los habían visto en persona. La Policía informó de que los pocos que los conocían no han colaborado con las autoridades por temor a  represalias contra ellos y sus familiares por parte de la organización.

   REPRESALIAS Y PAGO DE ABOGADOS

   Cuando uno de los dirigentes era detenido, la organización recaudaba dinero para subvencionar todos los gastos de abogados y los de mantenimiento de sus familias, empleando, incluso, medios violentos, amenazas y extorsiones para conseguir el dinero.

   Durante los dos años de investigación, los investigadores han detectado un elevado tráfico de dinero entre los países colaboradores, una cifra que superaba los 3.000.000 de euros. No obstante, los pagos a los cabecillas se realizaban siempre en mano a través de intermediarios para garantizar su seguridad.

   El volumen de miembros, la movilidad geográfica y las medidas de seguridad empleadas, junto a otros factores, han complicado y prolongado la investigación policial, que ha culminado con éxito gracias a la dirección de la Fiscalía y del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.

   Además, los oficiales de enlace de otros países destacados en España y de la Policía Nacional en el extranjero han sido claves para coordinar el dispositivo.

   En el ámbito internacional, en Rumania se ha realizado 23 registros con un total 16 detenidos, en Francia la operación se ha efectuado en tres fases que han concluido con 30 detenidos y nueve registros y en Italia se han llevado a cabo dos registros, se han arrestado a siete personas y se han intervenido 3.100 tarjetas clonadas.

   Por su parte, en Alemania se ha detenido a 16 personas, entre ellos uno de los técnicos más importantes a nivel europeo de creación de dispositivos de 'skimming'. En Irlanda, la operación se ha ejecutado en tres fases y ha detenido a 12 personas y en Estados Unidos se ha arrestado recientemente a ocho personas.

   Además, gracias a la información facilitada por la Policía Nacional, se ha detenido a  dos personas en Australia, otras dos en Suecia  y Grecia, tres en Finlandia y cuatro en Hungría.

   La operación ha sido realizada en España por la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, con la colaboración de la Jefatura Superior de Policía de Valencia.

Cerca de 200 detenidos, 76 en España, en una operación contra la clonación de tarjetas...