jueves. 28.03.2024

El tenista Rafa Nadal ha dejado claro que sería "arrogante" por su parte que se considerase el mejor deportista español de la historia después de completar el lunes el 'Grand Slam' con su victoria en el US Open, pero que "estar en ese grupo o poder serlo" es para él "un honor".

El manacorí aterrizó este miércoles a primera hora en Madrid, feliz y sin aparentes secuelas de cansancio en su rostro, después de "una noche cortita" de celebraciones y un día de trabajo el mares "duro" por su paso por las principales cadenas de televisión estadounidenses, lo que ha provocado que haya "asimilado", pero no "disfrutado" de su hazaña.

Ésta le ha situado en la historia del tenis y muchos le consideran ya como el mejor deportista nacional de siempre, aunque Nadal apela a la modestia y cree que pensar eso "es una barbaridad". "He dado un paso importante en mi carrera y soy un afortunado de la vida por todo lo que me ha pasado, sobre todo en los últimos seis meses, que han sido inolvidables", señaló en rueda de prensa en Barajas.

"No puedo decir que sea el mejor deportista español de la historia, primero porque no tengo ni idea y segundo porque sería una arrogancia. Cada uno en su deporte ha sido destacado y tiene su valor, siempre hay gente que logra cosas diferentes como Pau Gasol, Alonso, Indurain o Contador. Es difícil de valorar, estar en el grupo o poder serlo ya es un honor", añadió.

Tampoco quiso valorar sobre cómo encajan sus victorias de este año en un 2010 exitoso para el deporte español, sobre todo por la conquista del Mundial por parte de España. "Por suerte, estoy participando de la época de oro del deporte español, que será difícil de repetir o igualar. Éste es un momento para disfrutar porque todo esto no es eterno", avisó.

El balear se mostró feliz de haber dado "un paso más" porque el US Open le faltaba y por completar el póker de 'grandes', que es "difícil de conseguir", aunque mantiene "el ansia por la victoria y la ilusión por seguir mejorando". "Uno nunca sabe cuando se acaba esto. Tengo que seguir trabajando para seguir estando donde estoy, no como número uno, sino con opciones de seguir ganando torneos, igual que siempre", comentó.

Además, no cree que Roger Federer se "haya estancado". "A todos nos gustaría tener su estancamiento. Tiene 29 años y ha logrado cosas que prácticamente son imposibles de repetir, con records inigualables. Lleva muchos años ahí, yo seis y es muy difícil lo que ha conseguido", indicó Nadal.

El español recordó que en Nueva York se decía del suizo que estaba jugando "el mejor tenis de su vida". "Perdió en las semifinales un partido increíble, pero lo tuvo en su mano, había recuperado su nivel y después de la final en Canadá y el título en Cincinnati era el máximo candidato a ganar", afirmó.

Tampoco ve que otros rivales como Andy Murray o Novak Djokovic hayan frenado su progresión y que siguen siendo enemigos "a tener en cuenta" junto al sueco Robin Soderling y "los jóvenes que van a venir". "Por suerte, siempre he ido mejorando pero eso no quiere decir que vaya a ganar más, pero sí que tendré más opciones para combatir los problemas", advirtió.

"UN RIESGO" EL CAMBIAR LA FORMA DE SACAR.

Entre estas mejoras, el número uno del mundo se refirió al saque, por el que le han preguntado "mucho", reconociendo que su mejora era "difícil de explicar" porque en los torneos y días previos al US Open no estaba "muy bien", pero trabajó "mucho" y decidió "a dos días" de empezar el último 'grande' "cambiar un pelín la empuñadora para intentar tocar más la pelota, para que corriera más, sobre todo con viento en contra".

"Me fue bien, es un riesgo cuando uno cambia con tan poco tiempo, pero se podía asumir y ha sido una parte decisiva para el título", añadió, al tiempo que puntualizó que no es un tenista "completo". "Siempre hay cosas que mejorar y eso es positivo para ser mejor. Antes jugaba más atrás y ahora tengo una mejora importante y juego más adelante, tengo el revés cortado, son diferentes opciones que uno va añadiendo y que voy mejorando y con las que me siento cada vez más cómodo", comentó.

Nadal no da más importancia a ninguno de sus 'grandes', porque cada la tiene "en su momento". "El primer Wimbledon fue muy especial porque era mi ilusión y por lo que fue la final, Roland Garros porque era el primero y cumplía un sueño, Australia, por las circunstancias de jugar a cinco sets con Federer y porque llegué destrozado de las 'semis' con Verdasco y pensando que no podía ganar", recalcó.

"Ahora, en Nueva York he completado un ciclo en un torneo que por historia no se me daba nada bien. Un año estaba cansado, tuve problemas de rodilla y se me rompió el abdominal. En los años anteriores, no estaba tenísticamente preparado para afrontarlo", prosiguió el manacorí, que no espera que se monte "nada especial" por su triunfo pese a conseguir "algo que hace unos meses parecía imposible".

Sobre la final con Djokovic, confesó que quería jugarla el domingo "por la clara ventaja" de su estado físico y que el retraso hizo que la cosa se "igualara". "Pero es lo lógico, las finales de los 'grandes' siempre están con un día de descanso, fue más justo", aseveró el español, que también reconoció que el parón del lunes "no fue en momento adecuado". "Djokovic me había dado una paliza, pero venía de remontar un 4-1 y estaba en un momento positivo", añadió, apuntando que supo contener a un rival que retornó "con fuerza y con las ideas claras".

En este sentido, agradeció el apoyo de su familia, un entorno que siempre ha sido "muy importante" y que le ha ayudado "muchísimo", entre ellos su abuelo, "un gran seguidor de la música". "Pero ni los hijos ni los nietos le han salido por el mismo camino, pero también es seguidor del deporte", bromeó.

Respecto a lo que resta de temporada, Nadal afrontará la gira asiática sin reservas, "al cien por cien" y tratará de cerrar el 2010 con brillo en la Copa Masters, única gran cita que le falta, pero que por la superficie y "por jugar contra los mejores del mundo" es el más difícil, aunque buscará sumar puntos para "jugar más tranquilo" en 2011.

UN 2010, "ESPECIAL".

Rafa Nadal, que confía en que se reduzca el calendario para 2012, pero "sin perjudicar a nadie", en referencia a los torneos, no va a "variar" su planificación. "No todo son los cuatro 'grandes', hay mucho más, para jugar bien en ellos, tengo que jugar muchas otras cosas", aclaró.

El balear, también feliz por "ser un referente positivo" para los niños, "una parte importante del futuro", y con el sueño inmediato de que no le falte "salud" ni a él ni a su familia, resaltó que su ilusión no ha cambiado. "Cuando empecé, era muy grande y ahora soy un pelín más pausado, pero sigo queriendo tener opciones de estar en las rondas finales", reiteró.

Finalmente, el español no quiere tampoco valorar qué año ha sido mejor. "Esperemos que termine año para comparar si fue mejor el 2008 o éste. Hace dos años gané Roland Garros y Wimbledon, y es cuestión de valorar el US Open y el oro de los Juegos, que es el más difícil de conseguir porque sólo tienes una o dos oportunidades para conseguirlo y debes llegar al máximo nivel y que todo salga bien", declaró.

"He superado un momento complicado por los problemas de año pasado y quizás éste haya podido valorar todos los triunfos como se merecen y ha sido una emoción muy grande, por eso quizás haga que el 2010 sea especial porque llevaba un periodo sin ganar y volver a hacerlo es un momento bonito porque quiere decir que he superado una situación adversa y he trabajado", sentenció.

Rafa Nadal: "Decir que soy el mejor sería arrogante"