viernes. 29.03.2024

La madre de una niña que padecía una enfermedad crónica ha cedido un riñón a su hija en el primer caso de trasplante de donante vivo llevado a cabo en Baleares, una operación que abre una nueva vía de esperanza para los pacientes con dolencias renales incurables.

La doble intervención, que ya se viene practicando en otros 29 hospitales españoles, se realizó el pasado 30 de septiembre en el hospital Son Dureta de Palma por vía laparoscópica, técnica que requiere de una incisión muy pequeña, lo que favorece la recuperación y reduce el riesgo de infecciones.

El conseller de Salud, Vicenç Thomàs, ha informado hoy de la novedosa intervención en una rueda de prensa en la que ha recordado que el hospital de referencia de la Comunidad está autorizado para trasplantar riñones de donantes vivos desde mayo del año pasado y ha destacado que una operación de estas características necesita el trabajo coordinado de numerosos profesionales del centro.

En este sentido, ha indicado que, además de los especialistas en nefrología y urología que han de certificar que el donante está en perfectas condiciones para prescindir de un riñón, el trasplante por parte de una persona viva requiere de la evaluación psicológica de los dos protagonistas principales, así como de la autorización del comité de ética asistencial del centro y del Registro Civil.

Thomàs ha subrayado los buenos resultados del sistema de donación de órganos a partir de personas fallecidas, que ha permitido que en lo que va de año se hayan realizado en Baleares 40 trasplantes de riñón, pero ha indicado que el número de donantes se reduce por la bajada de las muertes en accidente de tráfico, por lo que la aportación de los donantes vivos puede suponer un gran avance para los enfermos renales necesitados de un nuevo órgano.

El urólogo Mariano Ozonas, coordinador del equipo responsable de este trasplante novedoso en Son Dureta, ha informado de que "en unos días" se realizará la segunda intervención de este tipo y se ha mostrado convencido de que cada vez serán más los familiares de enfermos de riñón que ceden uno de sus órganos.

La presidenta de la Asociación de Lucha Contra las Enfermedades Renales, Manuela de la Vega, también ha confiado en que aumenten las donaciones renales en vida, pero ha precisado que en muchos casos son los enfermos quienes rechazan que sus familiares realicen ese sacrificio por ellos.

El nefrólogo Gonzalo Gómez ha explicado que la opción de realizar un trasplante de donante vivo se plantea en todos los casos en los que el paciente necesita un nuevo riñón, pero para que se pueda llevar a cabo no solo es preciso que haya una persona dispuesta a ceder uno de los suyos, sino que debe estar en perfecto estado y garantizarse que la donación no le ocasione trastornos graves.

Gómez ha afirmado que cuando se cumplen estas condiciones el donante se recupera rápidamente, como se ha demostrado en el caso de la madre operada en Son Dureta, que volvió a su casa en cinco días, y ha asegurado además que su calidad de vida con un solo riñón es buena.

En la actualidad, 67 ciudadanos de Baleares integran la lista de espera para un trasplante renal en Son Dureta y otros 20 enfermos de las islas aguardan para recibir un nuevo riñón en centros hospitalarios de la península porque sus casos tienen alguna complicación añadida.

Respecto a las mejoras en el ámbito de los trasplantes previstas por la Conselleria de Salud, Thomàs ha indicado que en Son Espases se instalarán los equipos necesarios para la asistencia robótica en las intervenciones para implantes renales y ha dicho que el "próximo reto es el trasplante hepático".

No obstante, el conseller ha evitado fijar un plazo para comenzar con los trasplantes de hígado, aunque ha confirmado que en las islas hay una población suficiente para justificar la implantación de esta nueva prestación.EFE

Una madre cede un riñón a su hija