Trescientas personas han acudido al homenaje a los guardias civiles Diego Salvà Lezaun y Carlos Saenz de Tejada, víctimas del atentado de ETA hace dos años en Palmanova.
El padre de Diego, el mallorquín Antonio Salvà, ha señalado que ha sido varias veces víctima del terrorismo tras la muerte de su hijo, como cuando jueces de la Audiencia Nacional "excarcelan a etarras sin notificación o por equivocación".
Salvà ha pedido que los actos de terrorismo cometidos en Europa sean considerados como delitos europeos y juzgados en un tribunal especial comunitario con el cumplimiento total de las condenas en cualquier parte de la UE.
Por su parte, el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá, ha mostrado su "esperanza" de que todos los 30 de julio sean recordados como el último atentado con víctimas mortales de ETA y que los nombres de Carlos y Diego sean los últimos nombres que figuren en "una lista demasiado larga". Asimismo, ha considerado que "los asesinos no pueden encontrar ninguna forma de 'blanquearse'".
El delegado del Gobierno en la comunidad, Ramon Socías, ha remarcado que estos dos asesinatos "nunca nos hicieron más débiles o vulnerables". Así, ha agradecido a la Guardia Civil su trabajo y el hecho de que no se haya caído en el "juego del chantaje emocional" causado por los etarras.
Además, ha asegurado que se conducirá a los asesinos "más pronto que tarde" a la prisión, si bien ha admitido que ni las promesas, ni las buenas palabras podrán llenar el vacío causado con estos fallecimientos.
