jueves. 28.03.2024

España comenzaría a experimentar tasas de crecimiento demográfico ligeramente negativas en el presente año. Además, y en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, perdería más de medio millón de habitantes en los próximos 10 años, después de un periodo de intenso crecimiento poblacional. De esta forma, la población se reduciría hasta los 45,6 millones en 2021, según los datos publicados en La Proyección de Población de España a Corto Plazo elaborada por el INE.

Crecimiento vegetativo

A lo largo de la próxima década, en España continuaría registrándose el paulatino descenso de la natalidad que se inició en 2009. Así, entre 2011 y 2020 nacerían en torno a 4,4 millones de niños, cifra que sería un 4,7% inferior a la de la década pasada. En 2020 se registrarían 396.417 nacimientos, un 18,1% menos que en 2010.

Esta evolución de la natalidad se produciría a pesar de que la fecundidad mantuviera la tendencia ligeramente favorable de los últimos años, que llevaría al número medio de hijos por mujer a los 1,50 en 2020, frente a los 1,38 de 2010. Y es que el descenso de nacimientos vendría determinado, fundamentalmente, por la propia estructura de nuestra pirámide poblacional, al encontrarse en edades fértiles aquellas generaciones de mujeres menos numerosas que nacieron durante la crisis de natalidad de los 80 y primeros de los 90.

A su vez, la tendencia actual llevaría la edad media a la maternidad a superar los 31,1 años a finales de la próxima década.

Por otro lado, y a pesar del ligero decrecimiento en el número de habitantes, el envejecimiento poblacional determinaría un incremento del número de fallecimientos a lo largo de los próximos años. Así, en el periodo 2011-2020 se llegarían a registrar casi 4,1 millones de defunciones, un 7,8% más que a las observadas entre 2001 y 2010. En el año 2020 se producirían 415.386 fallecimientos, 9,7% más que en 2010.

En caso de mantenerse en el próximo decenio los ritmos de reducción de la incidencia de la mortalidad actualmente observados, la esperanza de vida al nacimiento se incrementaría en 2,0 años en los varones (hasta los 80,9) y en 1,5 años en las mujeres (hasta los 86,3). Al mismo tiempo, la esperanza de vida a los 65 años se incrementaría en 1,4 años en los varones (hasta los 19,7) y en 1,3 en las mujeres (hasta 23,5).

El descenso de los nacimientos y el incremento del número de defunciones tendría como consecuencia una paulatina reducción del saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) anual, que llegaría a ser negativo antes de que acabe la presente década.

Crecimiento migratorio

De acuerdo a las últimas informaciones disponibles, el flujo inmigratorio alcanzaría en 2011 un nivel en torno a los 450.000 inmigrantes, ligeramente inferior a los estimados para 2010 (465.169) y 2009 (480.974). A su vez, 580.850 personas abandonarían nuestro país para residir en el extranjero en el presente año. Con ello, el saldo migratorio con el extranjero en 2011 se haría negativo (–130.850).

Tasa de dependencia

La evolución de la pirámide poblacional de España en los próximos años estará determinada por nuestra propia historia demográfica y por la evolución seguida por cada uno de los fenómenos.

Así, el descenso paulatino de la natalidad tendría como primera consecuencia una reducción de los niños menores de cinco años en 409.358 efectivos (un 16,5%) entre 2011 y 2021.

Además, se observaría también un ligero decrecimiento poblacional en los niños de cinco a nueve años. Con especial intensidad decrecería la población entre 20 y 44 años, edades en las que están entrando aquellas generaciones de españoles nacidas en las crisis de natalidad iniciada a mediados de los años 80 y en las que, a su vez, incide más la reciente caída de la migración exterior neta. En conjunto, este tramo de edad sufriría una reducción de 3,7 millones de efectivos (un 21,3%) en dicho periodo, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales.

Por el contrario, en el resto de grupos de edad la población crecería. En términos relativos, el incremento sería especialmente intenso en los tramos más avanzados de la pirámide, como consecuencia del envejecimiento progresivo de la misma. De hecho, dentro de 10 años en España residirían 1,4 millones más de personas mayores de 64 años, lo que representa un 17,8% más que en el momento actual.

De este modo, la tasa de dependencia (entendida como el cociente, en tanto por ciento, entre la población menor de 16 años o mayor de 64 y la población de 16 a 64 años) continuaría su tendencia creciente de los últimos años, elevándose en casi ocho puntos, desde el 49,4 actual hasta el 57,3% en 2021.

Evolución demográfica por comunidades autónomas

La progresiva disminución del crecimiento natural de la población (diferencia entre nacimientos y defunciones) y los niveles muy discretos o negativos de la migración exterior serían los factores fundamentales que determinarían que ocho comunidades autónomas (Cataluña, País Vasco, Castilla y León, Comunitat Valenciana, Galicia, Principado de Asturias, La Rioja y Extremadura) vieran reducida su población durante 2011.

La prolongación de las tendencias demográficas actualmente observadas a los próximos 10 años conllevaría que estas ocho comunidades también presentaran decrecimientos poblacionales en el conjunto del periodo 2011-2020.

En siete comunidades el número acumulado de defunciones superaría al de nacimientos en la próxima década. Así, el saldo vegetativo entre 2011 y 2020 resultaría negativo en Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, País Vasco, Extremadura, Aragón y Cantabria.

En el resto, los crecimientos poblacionales se mantendrían en niveles discretos. Los mayores incrementos en los próximos 10 años se darían en Illes Balears (3,65%), Canarias (2,71%), Andalucía (2,66%) y Región de Murcia (2,33%).

Por su parte, de mantenerse su tendencia actual, la cuantiosa emigración al extranjero haría que la migración exterior contribuyera negativamente al crecimiento demográfico del periodo 2011-2020 en varias comunidades autónomas, especialmente en aquellas que han recibido más inmigración en los últimos años. Tal es el caso de Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, País Vasco, Región de Murcia, La Rioja, Comunidad Foral de Navarra y Castilla- La Mancha.

En cuanto a la migración interior, la prolongación de los comportamientos hoy observados situarían a Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, Cataluña y Castilla-La Mancha como las comunidades que, en términos netos, atraerían más población procedente del resto de España. Todas ellas con saldos migratorios superiores a las 15.000 personas en el conjunto del periodo 2011-2020. Por el contrario, Canarias, Andalucía y Castilla y León presentarían los saldo migratorios más negativos con el resto de España.

Baleares es la comunidad donde más puede crecer la población los próximos 10 años