viernes. 19.04.2024

UGT denuncia que tal como sucede en el Hospital Can Misses, en el cual la Gerencia cierra 14 camas en la 3º planta, el Hospital Son Llàtzer procede a reducir 48 camas en las plantas 3ºB y 3ºC y abre 24 camas de la planta 4ºB, cerrada desde el pasado verano para realizar reformas y que tenía previsto abrir en septiembre, dejando las tres plantas con la mitad de su capacidad real.

El número de camas que se reducen sobre el total de las disponibles en el hospital puede alcanzar finalmente las 72 camas, lo que sin duda supone un ahorro de personal para el presupuesto del Hospital, pero para UGT es difícil de entender que se cierren camas en el Hospital cuando aproximadamente 14.000 ciudadanos de baleares esperan una intervención quirúrgica que restablezca o mejore su salud mientras el personal del ámbito sanitario continua engrosando las listas del paro.

Así desde UGT argumentan que la supresión de la actividad extraordinaria, las peonadas que se realizaban por las tardes, y la reducción real de las plantillas con la paralización de la contratación tienen un efecto directo en el aumento progresivo de las listas de espera. La infrautilización de los quirófanos supone que se opera a menos pacientes.

A pesar de las continuas declaraciones públicas de los miembros del actual Govern asegurando que los recortes en sanidad no comprometerían en ningún caso la atención sanitaria a los usuarios, la realidad para el sindicatos es que la ralentización de la actividad de los Hospitales tiene un efecto negativo sobre la salud de los pacientes. El aumento de los tiempos de espera para realizarse alguna prueba complementaria o ser intervenido puede suponer complicaciones en las patologías de los pacientes o intervenciones y tratamientos más costosos, complicados o agresivos que anularían el argumento esgrimido por la Administración sobre el ahorro de suprimir la actividad extraordinaria. Si las listas de espera ya eran difíciles de controlar con la actividad normal, la reducción de la actividad en los Hospitales puede dispararlas hasta límites dramáticos que finalmente comprometan la salud de los pacientes e impongan la aplicación de medidas drásticas para frenarlas, desviar pacientes a la sanidad privada. En ese caso, desaparecería el ahorro económico previsto, ya que al final se pagaría a la sanidad privada en detrimento de la sanidad pública, que finalmente acusa UGT puede ser uno de los objetivos del actual Govern.

UGT denuncia el cierre de camas en Son Llàtzer