jueves. 28.03.2024

Según la última oleada del Estudio sobre el fraude a través de Internet que publica el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO), la incidencia del fraude online disminuye a comienzos de 2012. El informe constituye la 9ª entrega de una investigación cuya metodología se basa en la combinación de entrevistas a más de 3.646 hogares españoles con conexión a Internet y 7.723 auditorías remotas de seguridad a ordenadores domésticos en el primer cuatrimestre del año. Los resultados se comparan con los obtenidos en 2011.

Entre las principales conclusiones del Estudio destaca el descenso en la incidencia del fraude a través de Internet. En primer lugar, se observa menor proporción de situaciones que pudieran derivar en fraude, como afirma un 52,9% de los usuarios entrevistados, lo que supone un cambio de tendencia con respecto a finales de 2011 (cuando esta proporción alcanzaba el 58,4%). En segundo lugar, disminuye la incidencia del fraude online con perjuicio económico que, por primera vez, se sitúa por debajo del 3% en los últimos tres años (desde INTECO se realiza este diagnóstico).

Más en detalle, en la presente oleada se pone de manifiesto que los usuarios al navegar en la Red siguen percibiendo situaciones que pueden suponer fraude (si llegan a consumarse), como por ejemplo recibir emails que invitan a visitar páginas webs sospechosas (un 37,4% de los usuarios así lo indica) o promocionan servicios no solicitados (un 30,8%).

Para materializar el fraude, los atacantes tratan de engañar a los usuarios enviando correos en nombre de supuestas entidades, principalmente bancos online (41,2%) y páginas de comercio electrónico (38,6%). Las técnicas se modifican y se perfeccionan constantemente, lo que puede explicar el incremento de la fórmula de remitente “otros” en 2012.

Evolución de los ataques fraudulentos

En cuanto a la evolución de los ataques, en el primer cuatrimestre de 2012 se han sufrido dos fuertes campañas de intento de fraude. La primera estaba basada en la imagen de la Agencia Tributaria que, con el pretexto de una devolución a favor del contribuyente, instaba a visitar a una página web maliciosa y proporcionar datos bancarios. Esta campaña tuvo gran repercusión durante los meses de febrero a abril.

La segunda estuvo protagonizada por el ransomware (malware que secuestra funciones del equipo) denominado “Virus de la Policía”, que consistía en la infección y posterior extorsión al usuario bajo la promesa del desbloqueo del sistema.

La buena noticia es que, a pesar de estas nuevas familias de malware, de momento el nivel de infección por malware destinado al fraude en los hogares españoles se muestra bastante estable en 2012. En abril de 2012, un 38,3% de los ordenadores españoles alojaba algún tipo de troyano, un 4,4% troyanos bancarios y un 4%, rogueware (malware “bandido” o falso antivirus). Destaca el repunte experimentado en enero en el caso de los troyanos y rogueware, si bien en los tres meses posteriores los valores se recuperan.

Impacto económico del fraude online

De momento la evolución de las técnicas no tiene un reflejo en la incidencia del fraude y cada vez es menor la proporción de usuarios que sufre una pérdida económica a consecuencia de un fraude online (2,5%), situándose esta cifra, por primera vez, por debajo del 3%.

Además, en 7 de cada 10 ocasiones el fraude no supera los 100 €, aunque aumentan los fraudes superiores a 400€ (pasando de un 6,7% a finales de 2011 a un 17,2% en el primer cuatrimestre de 2012), recuperándose valores de mediados de 2011.

Alto nivel de econfianza de los usuarios

Para finalizar, un dato positivo es que la e-confianza de los usuarios en servicios como el comercio electrónico y la banca en línea sigue avanzando, puesto que los usuarios siguen utilizando estos servicios independientemente de haber sido víctimas o no de fraude online. Más de un 80% dicen no modificar sus hábitos de comercio electrónico o banca online tras haber vivido alguno de estos episodios.

Desde INTECO se recuerda una vez más que, frente a estas situaciones de fraude, es imprescindible que los ciudadanos adopten hábitos prudentes en la utilización de servicios de banca y comercio electrónicos para garantizar un nivel de protección adecuado.

Disminuye la incidencia del fraude online