viernes. 29.03.2024

Una cadena humana de 2 kilómetros formada por más de 3.000 personas ha abrazado el Paseo Marítimo de Palma desde el Varadero hasta el Molinar para mostrar la oposición "generalizada" de los ciudadanos a la llegada de residuos procedentes de la península y Europa a la incineradora de Son Reus.

Aunque la actuación se ha visto constantemente amenazada por la lluvia, la cadena humana ha transcurrido desde el edificio de aduanas, en la entrada del Puerto de Palma, y ha concluido cerca de las 12.00 horas en el lugar en el que llegan los barcos cargados de residuos a Mallorca.

Entre los manifestantes había integrantes de diversos grupos políticos como Vicenç Thomàs, Aina Calvo o Sílvia Cano, todos del PSIB-PSOE, o el portavoz del PSM-IniciativaVerds-Entesa, Biel Barceló.

La portavoz del GOB, Margalida Ramis, ha pedido al Consell de Mallorca, durante el transcurso de la organización de una cadena humana, que ha reunido a 2.500 personas en el Paseo Marítimo de Palma en contra la importación de residuos de la Península y Europa, que "recapacite" y no continúe con esta actividad ya que, según critican, "sólo se mueve en base a intereses privados".

En el Parque del Mar, Ramis ha expresado que quieren que la institución insular y la empresa concesionaria Tirme "reconsideren la barbaridad", así como el "impulso" que se está dando a la incineración para que "no se consolide" ya que, según ha señalado, "Mallorca se convertirá en el basurero de Europa", algo a lo que "se opone la sociedad de manera generalizada".

Ramis ha señalado que a pesar de "la lluvia y el frío y de los intereses oscuros" la gente (unas 2.500 personas, según la organización) ha acudido a la protesta porque "la indignación contra el tema es grande y demuestra que Mallorca se mueve".

Entre las reivindicaciones del GOB, está la revisión del contrato con la empresa concesionaria Tirme y los términos que regulan la concesión del servicio público y que se impulse una Ley de Residuos que "respete las directrices en materia de gestión de residuos que fija la Unión Europea".

Miles de personas forman una cadena humana de 2 km contra la importación de residuos