jueves. 28.03.2024

Siguiendo las tendencias de los últimos años, el estudio anual de KPMG sobre el impuesto sobre sociedades y los impuestos indirectos en el mundo (Corporate and Indirect Tax Rate Survey), señala que los Gobiernos tienden a incrementar los impuestos indirectos para obtener más ingresos y rebajar el impuesto sobre sociedades con la finalidad principal de atraer inversión a sus territorios.

Según el informe, la media global de los tipos de impuestos indirectos se ha incrementado ligeramente (0,17 por ciento), hasta situarse en un 15,50 por ciento. En África y Asia se dieron los aumentos más significativos, del 14,17 al 14,57 por ciento y del 11,84 al 12,24 por ciento respectivamente. Una importante novedad en el área de los impuestos indirectos en 2012 fue la introducción de un programa piloto de IVA en Shanghái y su posterior ampliación a otras diez provincias chinas.

En las últimas dos décadas, hemos visto un significante incremento en el número de países que utilizan la tributación indirecta para financiar las necesidades de los gobiernos. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los impuestos indirectos (IVA/GST) están establecidos en más de 150 estados incluyendo 33 de los 34 que componen la organización (siendo EEUU, la única excepción). Y, mientras IVA/GST son métodos de tributación relativamente nuevos, constituyen claramente la senda hacia el futuro. La OCDE señala que los impuestos sobre el consumo representan el 31 por ciento de todos los ingresos recaudados por los gobiernos de los países de la OCDE y el 20 por ciento de todos los ingresos fiscales mundiales.

“Los impuestos sobre el consumo constituyen una fuente de ingresos a la que pocos gobiernos pueden resistirse. Su aplicación no depende de beneficios empresariales; ofrecen un flujo continuo de ingresos, generalmente más estable, en lugar de sumas más o menos importantes de dinero recibidas en amplios intervalos de tiempo, y se recaudan con mucha más rapidez que los impuestos sobre sociedades”, señala Celso García Granda, socio responsable del Área de Tributación Indirecta de KPMG Abogados.

En consecuencia, y tal y como se señalaba en los resultados del último estudio de KPMG Benchmark Survey on VAT/GST, la cada día mayor relevancia de los impuestos sobre el consumo, los nuevos modelos de negocio, el incremento de la globalización, la transformación de la función financiera y los rápidos cambios legislativos están sometiendo la gestión de los impuestos indirectos a una presión enorme. Además, los riesgos, obligaciones y retos en materia de cumplimiento son cada vez mayores.

Natalia Pastor, socia del Área de Tributación Indirecta de KPMG Abogados, cree que “en vista de todos los cambios que se están produciendo, incluso las empresas más avanzadas ahora mismo están simplemente luchando por quedarse como están. Todavía queda mucho por hacer antes de que la mayoría de las empresas cuente con los profesionales, procesos y tecnologías adecuados para gestionar de forma correcta los retos que plantean los impuestos indirectos. Mientras tanto, es necesario que los directores generales, financieros y responsables de impuestos valoren la naturaleza y el nivel de riesgo existente y la magnitud de las oportunidades que podrían perderse sin una buena y adecuada gestión de estos impuestos”.

“Cabe esperar que la media global de impuestos indirectos siga aumentando en 2013, puesto que son cada vez más los Gobiernos que continúan por este camino para incrementar sus ingresos y encaminarse hacia la recuperación económica”, indica Celso García Granda. “A lo largo de 2013 está previsto que suban los impuestos sobre el valor añadido en varios países, entre los que cabe destacar Finlandia, República Dominicana y Chipre”, añade.

Por su parte, la media global del impuesto sobre sociedades se ha mantenido prácticamente inalterada. Se ha producido un pequeño descenso del 0,09 por ciento, hasta situarse en el 24,43 por ciento. Sin embargo, en muchas propuestas de presupuestos generales del Estado se incluye la reducción del impuesto sobre sociedades para 2013, como por ejemplo México, Suecia y Ecuador.

“El impuesto sobre sociedades nunca será eliminado”, afirma Alberto Estrelles, socio responsable del Área de Impuestos sobre Sociedades de KPMG Abogados. "Los beneficios de las entidades siempre tributarán. Así lo piden los Gobiernos y los ciudadanos de a pie. Dada la globalización de las empresas y el hecho de que la recaudación de impuestos se realiza en cada país, se suscitará un mayor debate sobre cómo habrá que 'distribuir' los beneficios sujetos a tributación entre las distintas jurisdicciones".

En muchos países, las razones para recortar los impuestos sobre sociedades se basan supuestamente en aumentar la competitividad del país en relación a la inversión extranjera. Los debates sobre este asunto mostrarán rápidamente su polaridad; los que promueven la capacidad de un país de ser competitivo, frente a aquellos que quieren asegurarse de que las grandes empresas paguen impuestos sobre sus beneficios.

En todo caso, a la hora de realizar comparaciones válidas entre los distintos países, los tipos impositivos son sólo el punto de partida. A ojos de los inversores extranjeros, la credibilidad y la consistencia de un gobierno resultan tan importantes como el tipo impositivo.

“El recorte del tipo impositivo a las empresas puede atraer a nuevos inversores extranjeros, pero podría castigar a los actuales si aumenta el tipo efectivo. Los inversores a largo plazo pueden tener planes fiscales en curso que dependen no sólo de los tipos nominales actuales, sino también de la amortización fiscal de ciertos activos y la deducibilidad fiscal de los costes financieros”, señala Alberto Estrelles.

“Los posibles cambios imprevistos en un sistema fiscal pueden alterar dichos planes y llevar a los inversores a deshacer sus estructuras actuales. Las medidas dirigidas a mitigar bajadas de tipo nominales con medidas que incrementan la base imponible, como los pasos encaminados a denegar la deducción de determinados intereses o la limitación a la depreciación de activos fijos e intangibles, puede tener un efecto perjudicial”, añade Estrelles.

Tipos medios del IVA y del Impuesto sobre Sociedades en 2012

Impuestos Indirectos

En materia de tributación indirecta, España ha incrementado el IVA (3 por ciento) muy por encima del incremento de los tipos medios producidos tanto a nivel global (0,17 por ciento), Unión Europea (0, 37 por ciento) y países de la OCDE (0, 32 por ciento). “Los 3 puntos de subida de España del tipo general, hasta el 21 %, suponen la mayor subida del mundo en dicho impuesto en el 2012. Aunque ese dato pueda resultar llamativo, España, aun con esa subida, se sitúa algo por debajo del tipo medio general de la UE, establecido en el 21,13 por ciento en el 2012, pues partía de un tipo impositivo general del IVA muy por debajo de la media de la UE”, señala Celso García Granda. España no solo ha modificado el tipo general de IVA en el 2012, también el tipo reducido se ha incrementado del 8 al 10 por ciento y se han reducido los productos y servicios a los que se aplica el tipo reducido, incrementándose, por tanto, aquellos a los que resulta de aplicación el tipo general.

Las modificaciones más altas en el 2012 corresponden a España (del 18 al 21 por ciento), Hungría (del 25 al 27 por ciento), Irlanda (del 21 al 23 por ciento), Holanda (del 19 al 21 por ciento) y Serbia (del 18 al 20 por ciento). El país que más baja el tipo general de IVA en el 2012 es Grecia (del 23 al 20 por cien).

En este contexto, los tipo generales de IVA más elevados del mundo los encontramos en Hungría (27 por ciento), Islandia (25,5 por ciento), y Suecia, Dinamarca, Noruega y Croacia (25 por ciento).

Por su parte, la isla de Aruba aplica el IVA, o impuesto sobre el volumen de negocio, más bajo, un 1,5 por ciento, seguido por un grupo de países donde el tipo del IVA o el impuesto sobre bienes y servicios (GST por sus siglas en inglés) es del 5 por ciento, y que está formado por Japón, Canadá, Yemen y Nigeria.

Impuesto sobre Sociedades

En materia de Impuesto sobre Sociedades, España no ha modificado los tipos, ni el general, ni los reducidos, a lo largo del 2012, manteniendo la tendencia desde el año 2008, último año en que se redujo el tipo general 2,5 puntos. El tipo general desde dicho año, 30 por ciento, está por encima de la mayoría de los tipos medios generales, 25,25 por ciento OCDE, 22,6 por ciento UE, 20,5 por ciento Europa, ó 24,43 por ciento Global, siendo además significativo que el tipo sobre sociedades medio a nivel global ha disminuido progresivamente durante los últimos 12 años, del 29 por ciento del año 2000 al 24,43 por ciento de 2012. Europa sigue siendo la región del mundo que tiene los tipos medios más bajos, con un tipo medio del 20,5 por ciento.

El único país en el mundo de los analizados en el informe (130) que ha incrementado el tipo general del impuesto en el ejercicio 2012 es Israel, pasando del 24 al 25 por ciento. Los países que más lo bajan son Sri Lanka (del 35 al 28 por ciento), Tailandia (del 30 al 23 por ciento) Curaçao (del 34.5 al 27,5) Belorusia (del 24 al 18 por ciento) y Reino Unido (del 28 al 24 por ciento).

En 2012, el impuesto sobre sociedades más alto del mundo era el de Emiratos Árabes Unidos (55 por ciento), seguido de Estados Unidos (40 por ciento) y Japón (38,01 por ciento). De los países donde existe un impuesto sobre sociedades, Montenegro aplica el tipo más bajo (9 por ciento), seguido de varios países donde se tributa al 10 por ciento: Serbia, Chipre, Paraguay y Qatar.

Se puede comparar los tipos del impuesto sobre sociedades, los impuestos indirectos y el impuesto sobre la renta de las personas físicas de más de 120 países, o comparar un tipo fiscal concreto en múltiples países gracias a la herramienta online de tipos fiscales de KPMG: www.kpmg.com/taxrates.

España es el país que más incrementó el IVA en el 2012