Lorenzo Serra Ferrer está desde, si cabe, hoy un poco más solo. Según ha adelantado Onda Cero, el que fuera asesor jurídico del club, Miquel Coca, ha abandonado por voluntad propia la Comisión de seguimiento y control del concurso de acreedores del Real Mallorca.
La dimisión de Coca, que hace ya algunos meses se empezó a desvincular de la entidad bermellona, supone un contratiempo para el máximo accionista del Mallorca, que ve cómo pierde al hombre que hasta ahora había llevado el peso del concurso de acreedores.
Precisamente ayer se supo que la jueza que se encarga del concurso, María Encarnación González, no ha querido avalar con su visto bueno la intención del club de destinar los ocho millones de la ayuda al descenso a otros menesteres, distintos de la liquidación de deuda con los acreedores.
De esta forma, Serra Ferrer tiene en sus manos la decisión de qué hacer con ese dinero, aunque las consecuencias podrían ser funestas para la entidad. No en vano, si el de Sa Pobla decide destinar la ayuda para el descenso a algo distinto al pago de deduda, la denuncia de cualquier acreedor podría conducir a la SAD isleña a la liquidación.
En este sentido, el abogado José María Lafuente ha explicado en Onda Cero que la salida de Miquel Coca es una 'mala noticia', ya que suyo fue el peso de este asunto durante los meses previos, y suyo debía ser el importante papel a jugar a partir de este momento, cuando el club debe negociar con esos acreedores para evitar cualquier contratiempo en forma de denuncia.
"En el diálogo con los acreedores hubiese sido clave Miguel Coca porque el Mallorca corre un riesgo", ha subrayado Lafuente, explicando que es probable que si la ayuda al descenso no va a los acreedores "se produzcan algunas demandas".
Jaime Mora
