Desde que el pasado 02 de diciembre Malén Ortiz desapareciera, su padre no ha dejado de remover cielo y tierra para encontrar una señal, una pista, una huella, que le permita llegar hasta su hija. Ha colgado más de 40.000 carteles por toda Mallorca, se ha multiplicado para estar presente en los medios de comunicación e incluso ha puesto en marcha una web (www.malenzoeortiz.com) en la cuelga noticias del caso y fotos familiares.
En este tiempo, admite Alejandro, le han llamado cientos de personas ofreciendo su ayuda de la forma más variada. Hay quien pretende localizar a Malén Ortiz utilizando la técnica de los péndulos; otros aseguran que basta con echar las cartas; y más de un parapsicólogo ha mostrado también interés en dar con la menor gracias a sus conocimientos en la materia.
Alejandro Ortiz 'respeta y agradece' toda esa buena predisposición de tan variada clase de personas, aunque sigue pensando que será la Guardia Civil la que pondrá final, ojalá que feliz, a esta historia que ya dura demasiado.
En cualquier caso, él también se deja asesorar, y ha escuchado ya a criminólogos que durante estas semanas han seguido de cerca lo publicado en prensa. 'Me dicen que tiene que haber alguien de su entorno implicado en el secuestro', afirma el padre de Malén, hombre fuerte pero que se derrumba cuando se le plantea la posibilidad de que a su hija le haya pasado lo peor.
Álex, que reconoce haber pasado las Navidades más amargas de su vida, no cierra la puerta a la esperanza de que pueda volver a abrazarse con la joven. Y tiene claro que no se va a rendir nunca.
Mientras, docenas de efectivos han vuelto a desplegarse hoy por el área próxima al lugar en el que Malén fue vista por última vez, con la ayuda adicional de 30 voluntarios de Protección Civil. De momento sin rastro de la joven, a la que seguirán buscando de forma indefinida.
