Vuelta de tuerca en el esperpento en el que se ha instalado el Real Mallorca. El club ha retirado esta noche de su página web las noticias relativas a la destitución de José Luis Oltra y al fichaje de Lluis Carreras, después de que Utz Claassen haya desautorizado la contratación del entrenador catalán. 'No voy a cambiar a Oltra por Carreras, ha explicado el alemán en un correo dirigido al resto de consejeros.
Durante la jornada de este lunes, y en un proceso casi agónico, el club había informado del despido de Oltra primero, y horas más tarde había hecho oficial la llegada a la isla del exjugador bermellón, aquél 'miniOltra' del que hablaba el consejero alemán la semana pasada.
Los dos técnicos, de hecho, ya tenían su agenda preparada: Oltra se despediría en rueda de prensa a las 10.30 horas en Son Bibiloni, mientras Carreras dirigiría su primer entrenamiento a partir de las cinco de la tarde, preparando ya el partido del próximo sábado ante el Barcelona B (20.00 horas, Son Moix).
El bloqueo de Claassen a la contratación de Carreras supone sin embargo un giro radical de los acontecimientos. Oltra podría verse forzado a seguir entrenando si, tal como se ha publicado, no hubiera todavía firmado su finiquito. En caso contrario Pep Alomar ganaría enteros al menos de forma interina para coger el equipo. Y Carreras deberá ahora esperar acontecimientos, que a buen seguro se sucederán durante un martes en el que el Real Mallorca va a pasear su ridículo por todos los medios nacionales, visto el bochorno en el que vive inmerso. En cualquier caso, Biel Cerdà sí podría desbloquear la situación si apoya el cambio de técnico.
Aunque no fue hasta cerca de la medianoche cuando el Mallorca reculó en el cambio de entrenadores, las redes tuvieron tiempo de hervir, con estupor e indignación entre los aficionados por un sainete inacabable.
Mientras, el director general del club, Miguel Blum, ha descalificado la actuación 'por libre' de Lorenzo Serra Ferrer y de Toni Prats, causantes en su opinión de la situación creada, que amenaza con complicar más aún el futuro del Mallorca en Segunda división A.
