viernes. 29.03.2024

Esperaban otro nivel. Los oficialistas creen que Calvo empobrece el debate de las primarias y perjudica el objetivo de movilizar a la población para impulsar al partido. Lamentan que no plantee alternativas ideológicas en temas de estado y reprueban que haya sacado a las siglas del PSOE de la precampaña

“Francina es del partido; Aina es de Aina”. Así definen los primeros días de lucha fraticida en Can Socialista desde el aparato regional (Armengol). Creen que el aparato local (Calvo) demostró en su acto de presentación ante medio millar de simpatizantes que “las primarias de Aina son las primarias de… Aina. No había ni un solo logo del partido en su escenario. Quiere ganar la designación del PSOE sin los votos de la mayoría del partido y contrarrestándolos con los de personas de fuera a las que les ofrece su cara, pero les esconde las siglas”. Quizá es una pose, pero el equipo de Armengol anda molesto con la imagen que quedará del partido después de las primarias si se mantiene el nivel de este inicio de precampaña. “¿Dónde está el debate ideológico? En su presentación habló de los pobres que no tienen para comer y de la codicia de los poderosos, pero fue ambigua con el TIL y no ofreció ni una sola propuesta de Sanidad, Asuntos Sociales, Economía,... No es serio con el partido”. Tampoco es que Armengol haya planteado compromisos, pero ellos defienden que “ya lo hace en el Parlament cada semana. ¿Qué alternativa representa Aina? ¿En qué está beneficiando al partido la supuesta alternativa?”.

Mientras tanto, siguen los problemas para avanzar en el censo de votantes simpatizantes. La inscripción por internet es muy baja, como ocurrió en la experiencia piloto valenciana, y la física está bloqueada. Las agrupaciones van recogiendo formularios rellenados y los correspondientes dos euros, pero no pueden digitalizar los datos porque el programa que regulan desde Ferraz está dando fallos. “La semana que viene estará solucionado. Y habrá aún muchos días para apuntar a todo el mundo y que no haya problemas”, apuntan desde la organización.

Guerra psicológica. La diputada Cristina Rita (mujer del ex conseller Albert Moragues, uno de los ex de Antich que, sin embargo, no tiran hacia Francina Armengol) interpelaba este martes a la consellera Joana María Camps. La titular de Educación lleva tantos charcos pisados que la oposición no desperdicia ni una sola oportunidad para recordarle su falta de preparación para el cargo. Una de las últimas de la consellera de Educación y Cultura fue confundir de género el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el MOMA, uno de los grandes del planeta. Rita se paso toda la interpelación de casi una hora con una bolsa del MOMA encima de la mesa. Camps tuvo que verla durante todo el tiempo en que debatió con ella. Duelo de menorquinas, guerrilla de bancada. El TIL ha dolido en el PSOE y no le van a pasar ni una a la consellera que cada martes afirma que no aceptará críticas de la oposición porque ella será “juzgada por la historia”.

Boomerang entre cariátides. La sala de plenos del Parlament acostumbra a albergar lanzadores de ‘boomerangs’, ataques a otro partido que bien podrían servir para criticar al que los envía. El último tiene nombre, Martí Sansaloni, y destinataria, Concha Obrador, pero bien podría habérsele vuelto en contra y acabar en el vicepresident del Govern. Resulta que el conseller de Sanidad ironizó con la trayectoria política de la diputada socialista. “Usted fue directora general de Consumo. Su experiencia nos servirá con la nueva ley. Se puede entrar en un cargo sin saber, pero no salir de él igual”, vino a decir. Quien más se rió de la ironía del dimoni de Petra fue Antoni Gómez. Le comentaba al president con evidente júbilo el ataque de Sansaloni. Un diputado socialista le observa: “¿el garriguer amigo de Bauzá tenía experiencia en temas europeos?”

Contando las horas. El diputado pitiuso Xicu Torres confía en que la justicia le desimpute del caso Ibiza Centre a finales de mes. En dos semanas se cumplirá el plazo de la juez para estudiar la instrucción, aunque casi ninguno duda en el PSOE que seguirá la recomendación del fiscal y archivará el asunto. En el grupo parlamentario socialista dicen que “pronto” habrá que sacar los pasteles. Celebrarían dos cosas: una, el fin de una acusación que ha pesado mucho porque iba directa contra el que fuera presidente del Consell de Ibiza y dos, dejarían de tener imputados con escaño (solo Pere Rotger (PP) lo estaría) y se confirmaría que la solución socialista a los casos de presunta corrupción (pedir el acta solo con sentencia firme o medidas cautelares) era más garantista que popular (con un Bauzá que prohibió imputados en las listas electorales en 2011; algunos dicen que para contrarrestar la mala imagen posterior a Matas, otros que para quitarse de encima a uno de los talentos del sector regionalista Jaume Font).

Eterno ministrable. A Bauzá le bastó un trimestre en el cargo y una portada como héroe de la derecha liberal en ABC para empezar a oír el chascarrillo del nombramiento como ministro de Rajoy. Hubiera sido algo inédito: llegar y tocar la cima. Habría pasado de alcalde de pueblo a presidente autonómico y, de ahí, a miembro del Ejecutivo nacional en medio año. Moncloa no le llamó, pero ahora que se habla de una inminente crisis de gobierno, se vuelve a tratar el tema en los mentideros políticos. Ya dijimos aquí que hasta el presidente del Senado y hombre de confianza de Rajoy, Pío García Escudero, creía que Bauzá no daría el salto nacional en la primera legislatura. Lo mismo debe pensar el socialista Cosme Bonet. En el pleno, tras escuchar al president sostener que la ley del aborto debe contemplar los derechos de la mujer pero también del no nacido, le gritó: “Tan mateix no et faran ministre”.

Lo que disgusta a Armengol