jueves. 28.03.2024

Las reticencias encontradas por el rector de la UIB para declarar doctor Honoris Causa a Rafa Nadal han dejado en evidencia a la universidad balear. Las reacciones a nivel nacional han sido de sorpresa, después de un episodio ridículo del cual el tenista se quiso desmarcar ayer renunciando al título honorífico que en primera instancia sí se había mostrado dispuesto a aceptar.

Aunque existe probablemente un trasfondo político en la oposición frontal mostrada por gente como Nicolau Dols, del Departamento de Filología Catalana, desde el Campus subrayan que por encima de todo se ha tratado de la amplificación de una lucha intestina de las muchas que tienen lugar a diario en la UIB, y que sitúan a Llorenç Huguet en el centro de la diana.

'Han querido dar una bofetada al rector en la cara de Rafa Nadal', explicaba este martes a Mallorca Confidencial un catedrático universitario, según el cual más de un 95% del consejo de dirección habría estado de acuerdo en votar al mejor deportista español de todos los tiempos como Honoris Causa.

Otro profesor de la UIB que participa en los órganos de poder recuerda que son muchas las universidades que en todo el planeta reconocen los méritos de deportistas y artistas no por sus títulos académicos sino por la transmisión de valores como los que representa Nadal, convertido en un ejemplo a seguir por jóvenes de todo el planeta. En esa lista estarían desde Antonio Banderas hasta Alejandro Sanz pasando por el jugador de baloncesto José Manuel Calderón, investido el pasado año como doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura.

'A Rafa Nadal le dan las llaves de París y aquí le negamos los honores' ha lamentado en rueda de prensa Llorenç Huguet, visiblemente contrariado por lo sucedido en las últimas horas. Algunos incluso comparan el nombramiento fallido del tenista con el que sí se concedió a Maria del Mar Bonet, una persona 'sin ningún mérito académico' a quien se declaró Honoris Causa en 2012 por su reivindicación de la cultura catalana y por la difusión de la cultura balear.

Comparaciones al margen, sí admiten incluso los defensores de la idea de Huguet que la filtración a los medios, antes incluso de pasar por los despachos de la carretera de Valldemossa, fue un error. 'Les dimos a los notas de siempre la excusa perfecta para poner palos en las ruedas', asegura un catedrático de la UIB, que lamenta tener que ver pronto 'por televisión' el nombramiento de Rafa Nadal como doctor Honoris Causa de alguna universidad lejana.

Una bofetada a Huguet en la cara de Rafa Nadal