Mientras el Mallorca se desangra en el terreno de juego, y amenaza con un descenso fatal en caso de derrota el próximo sábado en Mendizorroza, la batalla continúa en los despachos. El último en mover ficha ha sido, cómo no, Biel Cerdà, quien ha interpuesto una nueva demanda contra Lorenzo Serra Ferrer por no respetar el acuerdo de sindicación que ambos firmaron el pasado verano, y mediante el cual el de Sa Pobla quería asegurarse el control de la entidad a cualquier precio.
Según aquél acuerdo firmado, y del que pronto renegaría Serra, ambos mandatarios deben votar en el mismo sentido en el transcurso de los Consejos de Administración. Algo que no ha sucedido y que ahora ha llevado al presidente a interponer una demanda que ensucia más si cabe el ya de por sí deteriorado aspecto de la planta noble de Son Moix.
Cerdà ha interpuesto una demanda por cada una de las ocasiones en que Serra ha vulnerado el acuerdo de sindicación. En total, según las cuentas del 'pollencí', cuatro 'traiciones' que podrían tener un coste millonario para Lorenzo Serra Ferrer en caso de que la demanda desenvocara en una sentencia desfavorable para quien es, al fin y al cabo, máximo responsable de la situación terminal que atraviesa el Mallorca.
Serra votó a favor del nombramiento de Blum y Martorell como apoderados, apoyó la elección del alemán como director general, y permitió que Toni Prats se hiciera con la dirección deportiva del club tras su dimisión. Todos estos acuerdos fueron posibles a pesar del pacto de sindicación firmado entre Serra y Cerdà, quien se opuso a todas aquellas decisiones. Por eso, el presidente gracias a Serra entiende que está en su derecho de interponer una demanda que echa más sal a una herida de proporciones tan grandes como para acabar con 98 años de historia.
