viernes. 19.04.2024

…mientras mantenga los dos graves problemas que hoy imperan en la sede socialista: la falta de estructura en municipios vitales (demostrada en las exitosas primarias) y la escasez de estrategia para llevar la iniciativa política en el año clave del mandato. Mientras, Bauzá sigue con la estrategia del ‘Madrid me mata’ para recuperar al votante regionalista

El proceso fue bien, aunque podría haber ido mejor. Hubo quince mil electores y, de ellos, unos diez mil no habían tenido jamás vinculación alguna con el PSIB-PSOE. Eso es un éxito. Sin más. Pero el día después, en las reuniones que la ganadora Francina Armengol tuvo con su gente de confianza había dos asuntos sobre la mesa que no son tan esperanzadores. El primero es que hubo fallos en la fidelización de gente, es decir, se consiguió que un tercio de esos diez mil se hicieran simpatizantes, pero a los otros dos tercios se les pierde la pista una vez acabadas las primarias. Algunos eran incluso partidarios de otras opciones políticas, otros se habían inscrito con la ilusión del cambio (y Aina Calvo no ha hecho un llamado público para motivarles a que sigan participando del partido aunque la líder sea su ‘querida’ inquera), pero en torno a dos mil personas no están ya en la base de datos del partido (la ley de protección de datos obliga a borrarlos) por fallos de coordinación, “por no darles, junto al formulario de inscripción para votar, el de inscripción como simpatizante”, reconoce un alto cargo socialista que, no obstante, ensalza que el PSIB puede acceder actualmente a 2.400 militantes y 6.600 simpatizantes. El segundo asunto que preocupa en la dirección socialista tras el análisis del proceso de primarias es la ausencia de estructura de partido en municipios vitales para una victoria electoral dentro de un año. “No es de recibo que votasen 181 personas en un sitio como Manacor o que no llegásemos a 150 en Llucmajor. Y como en esos pueblos, en veinte más”, explica un histórico del partido. A nadie se le escapa que Francina Armengol necesita como agua de mayo una estrategia de imagen en los municipios que “dan y quitan” presidencias. Y eso entronca con la ausencia de planificación estratégica en la calle Miracle. El programa electoral no se debatirá hasta diciembre. Antes parece que todo se centrará en mirarse el ombligo con las primarias locales en septiembre y nacionales en noviembre. La vida interna del partido estará muy bien, pero con esos planes se descuida la vida externa y el futuro éxito electoral. “No se puede aspirar a llegar al Consolat con el apoyo a los docentes y la crítica a los recortes. Eso está muy bien, pero hay que abanderar el municipalismo”. Tal y como le gusta decir a ella, quedan 400 días de legislatura. Es momento para echarse a la carretera, pasear por el territorio y, después, llevar al Parlament las reclamaciones de la calle. Dedicar la decena de intervenciones parlamentarias de cada semana a los mismos temas una y otra vez es, manifiestamente, un error.

Antich y su legado. Cuentan que lo que más preocupa a los presidentes cuando su mandato toca a su fin es la imagen que quedará de su gestión. La crisis económica manchó de verde, como el dinero, el legado de Francesc Antich. Asumido esto, al actual senador no le apetece que el color negro también se sume al curriculum como el precursor de unas plataformas petrolíferas que el día de mañana pudieran dejar vertidos catastróficos como el del Golfo de México. ‘El silencioso’, como le denominaba la derecha por no alzar la voz en el Congreso durante los años que estuvo de diputado entre mandatos autonómicos, se va a convertir en estos meses en ‘el dicharachero’, porque tiene previsto pasarse todo el año preguntando en el Senado a los ministros de Rajoy por sus gestiones para evitar o autorizar las prospecciones. “En Ibiza –cuentan desde el grupo socialista- le explicaron a Bauzá que el petróleo puede ser para él como las carreteras fueron para Matas (en las pitiusas perdió la opción de mayoría absoluta en 2007). Por eso el PP se ha puesto del lado de las protestas y, por eso, quieren descargar la responsabilidad en el Govern de Xisco. Él no lo va a consentir”. Hay otra lectura interesante a esta ‘irrupción’ del expresident en la política diaria de las islas: “Francina queda al margen de cualquier critica a la gestión socialista”.

Madrid me mata. El Govern ya no disimula. Las encuestas que ponían a Bauzá con un pie fuera del Consolat obligaron a cambiar el paso y matizar su política. Desde el gesto (sobrasadas por ‘lo nostro’) hasta el fondo (rebaja en la aplicación del TIL), el ejecutivo autonómico ha dejado de mirar hacia Madrid como si buscase un sillón en el Consejo de Ministros y ha empezado a fijarse en las reclamaciones de los munícipes que requerían más regionalismo (“como en los tiempos de l’amo Cañellas”). El clamor por una financiación autonómica “injusta” y unas prospecciones petrolíferas “ilegales” no son más que el inicio de otras críticas al gobierno central. El último caso es el del impuesto a la compraventa de coches usados. El ministerio ha puesto pegas, como ha ocurrido en numerosas situaciones durante la legislatura y se ha resuelto en comisiones bilaterales como la que ahora habrá. Sin embargo, a la portavoz Nuria Riera le ha faltado tiempo para hablar de “deslealtad” del gobierno de Rajoy. El ‘Madrid me mata’ suma adeptos. Si las encuestas siguen derrotando a Bauzá, dentro de meses escucharemos a algún conseller con el ‘Madrid ens roba’. “Bueno, si sirve para que nos den lo que nos pertenece, bienvenido sea”, comenta un diputado de Més.

Ordeno y mando. A José Ramón Bauzá se le acusa de gobernar su propio partido con actitud castrista. Consabidas son las formas con las que se refiere a la estructura del partido, en la que el líder decide, los asesores (Javier Fons, Antonio Gómez, Martí Juaneda) mandan, la guardia pretoriana (Jeroni Salom, Miquel Vidal y Biel Matas) ejecutan y el resto (consellers, diputados, alcaldes, concejales) acatan. No hay debate. Unidireccionalidad. En la foto, una muestra icónica de cómo sigue funcionando la política en el 2014 de las redes sociales, la transparencia y la participación. Es la sala en la que cada martes se reúnen todos los miembros del Grupo Parlamentario Popular para preparar la sesión plenaria. Cualquier parecido con las ágoras griegas donde se fraguó el sistema democrático es pura coincidencia. Algún día habrá circunscripciones electorales y libertad de voto parlamentario. Hoy, no.

El PSIB no gobernará…