El Real Mallorca no podrá cambiar la hora de su partido. Así que el sábado, los mallorquinistas tendrán que elegir entre estar con su equipo o ver por televisión cómo se resuelve la Liga más igualada y emocionante de los últimos años. Porque el Mallorca-Jaén y el FC Barcelona-Atlético de Madrid coincidirán en horario. O para ser exactos, el duelo de Son Moix arrancará quince minutos más tarde que el que tendrá lugar en el Camp Nou, donde se juega una auténtica final entre los dos primeros clasificados.
A partir de las 18.00 horas empezará a rodar el balón en Can Barça. A las 18.15 será el turno para el Iberostar Estadio donde, conviene no olvidarlo, el Real Mallorca se juega su permanencia en Segunda división A y quizás la supervivencia como club, tras 98 años de historia que don Lorenzo Serra Ferrer ha destrozado en apenas dos temporadas.
La debacle bermellona, de la que Serra es máximo culpable, podría ser absoluta en caso de no sumar los tres puntos ante un Jaén que llega a Palma acuciado también por las urgencias, pero con la seguridad que aporta su holgado triunfo del pasado fin de semana ante el Recreativo de Huelva (3-1).
Al partido llegará como entrenador Lluis Carreras, a pesar de haber sumado únicamente 2 de los últimos 21 puntos en juego. Un balance catastrófico que ha obligado a cambiar el objetivo de la promoción de ascenso por el de evitar el descenso. La desidia con la que Serra ha manejado la profunda crisis de juego y resultados es sólo comparable a la que la pasada campaña le hizo mantener a Joaquín Caparrós en el banquillo, hasta que sus 6 puntos de 51 provocaron la caída. Ya era tarde. Como este año.
Así pues, la fiesta del fútbol se vivirá en Barcelona. En Palma puede que toque funeral. Pero los mallorquinistas, aún a pesar de Serra, estarán el sábado en Son Moix.
