jueves. 28.03.2024

Lorenzo Serra Ferrer ha rechazado este martes coger el relevo de Lluis Carreras al frente del Mallorca. Él, que presumió de contar con siete delanteros la pasada campaña; él, que gestionó el regreso a Segunda división; él, que siempre defendió la bondad de sus fichajes y desfichajes, realizados siempre al margen cuando no en contra de la voluntad del entrenador. El mismo funesto personaje, enterrador de un club casi centenario, le ha dicho hoy al resto de consejeros que no se sienta en el banquillo para evitar el desastre. Lo ha dicho por teléfono, porque no se ha presentado, dice que por enfermedad, a un Consejo clave en el futuro de una entidad aniquilada por obra y desgracia de don Lorenzo, que parece hoy más cerca del Betis que de seguir en los pedazos que deja de lo que un día no muy lejano fue un club respetado en España y en Europa.

Tras la negativa del cobarde, serán Pep Alomar y Javier Olaizola los que se hagan cargo del banquillo bermellón en los tres partidos que restan para acabar el Campeonato. El tándem deberá obrar lo que parece un milagro: recuperar a un equipo roto física y anímicamente, para sumar dos victorias (ojalá basten menos) y evitar un descenso a Segunda división B que podría suponer la desaparición del Real Mallorca. sí, ésa es la herencia de quien se atrevió a chulear de su 'brillante' gestión.

La buena temporada realizada por el filial, y el carácter de Olaizola son los avales que presentan Pep Alomar y el vasco para lograr la permanencia en Segunda división A, algo que se daba por sobrentendido el pasado mes de agosto y que, con el transcurrir de las jornadas se ha ido complicando hasta convertirse en una quimera. Y sí,  así es como ha querido Lorenzo Serra Ferrer al Mallorca. Ah, Toni Prats ha dimitido como director deportivo.

Carreras a la calle, Serra dice no y llegan Alomar y Olaizola