jueves. 28.03.2024

La banda terrorista ETA afirma en su último comunicado, fechado el 15 de julio y publicado por el diario Gara, que da varios pasos muy relevantes que hasta ahora no se conocían y que conllevan una transformación completa de la organización. Entre ellos destaca que «se ha llevado a cabo el desmantelamiento de las estructuras logísticas y operativas derivadas de la práctica de la lucha armada».

Junto a ello, ETA revela que «se está conformando una estructura técnico-logística que tendrá como labor completar el sellado de armamento».

En paralelo a estas dos iniciativas, la organización «reforzará la estructura dirigida a realizar las labores políticas de ETA, así como las que tienen como objetivo propiciar conversaciones entre las diferentes partes para avanzar en el proceso de paz».

ETA remarca en un punto completo de su comunicado que en este nuevo tiempo «ofrecerá a Euskal Herria su punto de vista» y «hará su aportación», pero «sin sustituir a nadie ni asumir labores que no corresponden a ETA». Detalla acto seguido su convicción de que «son el resto de organizaciones de la izquierda abertzale y el movimiento popular los sujetos más eficaces para sacar adelante los retos del proceso de liberación». No tiene duda de que es a ellos a quienes corresponde «la responsabilidad de asumir el liderazgo y dirigir ese proceso en esta fase».

ETA NO SE DISUELVE

ETA notifica que «se mantendrán las estructuras necesarias para garantizar el funcionamiento interno» de la organización. Y en consecuencia, explica que toda la militancia de ETA se organizará en función a estas nuevas tareas y estructuras.

NORMALIDAD DEMOCRÁTICA

Tras presentar esta transformación como «coherente con las decisiones tomadas hasta ahora» y advertir de que se ha emprendido «sin estar esperando a acuerdos» derivados de conversaciones, ETA la sitúa como «el inicio de un camino». Un trayecto que se basa en la confrontación exclusivamente «política y democrática» y que debe conllevar la superación de las consecuencias del conflicto armado, entre las que cita tres: «La vuelta a casa de todos los presos y exiliados vascos, incluidos los miembros de ETA que hoy están en la clandestinidad», «el desarme acordado y ordenado de ETA» y «la desmilitarización de Euskal Herria, como consecuencia de la modificación de las características del conflicto y como base para la normalidad democrática».

«Con todo ello, la fase de la confrontación democrática se superaría de forma definitiva», concluye ETA. En cuanto al conflicto político de fondo, estima que para resolverlo totalmente «habría que desarrollar otras dinámicas de diálogo entre los agentes políticos y sociales de Euskal Herria», en las que se abordaran las causas del conflicto y se alcanzaran acuerdos.

Para ETA, esta transición actual debe dar paso a una «convivencia democrática», sobre tres pilares: «La superación de todas las consecuencias de la confrontación, la garantía de los derechos civiles y políticos, y el acuerdo para construir un solar democrático, en el que la materialización de cualquier proyecto político, independencia incluida, quede exclusivamente en manos de la palabra y la decisión de la ciudadanía vasca».

ETA no se disuelve pero "inicia el camino hacia la normalidad democrática"