jueves. 28.03.2024

El Real Mallorca aún no sabe lo que es ganar en el presente campeonato. Dos partidos después, el conjunto que entrena Valery Karpin no acaba de funcionar, y un punto sobre seis es el triste bagaje de arranque. Ante Las Palmas, los bermellones reglaraon toda la primera mitad, y aunque mejoraron en la reanudación no pudieron derrotar a un rival que demostró estar hoy mucho más preparado para la lucha por la zona noble de la clasificación.

Los canarios fueron muy superiores en la primera mitad. El gol de Araujo les ponía por delante antes de llegar al primer cuarto de hora, y podrían haber ampliado aún más las distancia si hubieran tenido mayor llegada. Sin embargo fueron los isleños los que consiguieron marcar. Lo hizo Pep Lluís Martí, con un gran disparo desde la frontal del área que hizo inútil la estirada de Lizoain. Era el minuto 44. Antes, de hecho, Agus había anotado ya el gol del empate, aunque el árbitro lo anuló por inexistente fuera de juego.

Un Mallorca muy inferior a su rival vio cómo aún Las Palmas tenía la ocasión de irse al descanso con un ventaja, en una doble ocasión desbaratada por el larguero primero, tras increíble fallo de Araujo a puerta vacía,  y Cabrero después.

La reanudación ofrecería un escenario diferente, con un Mallorca más aguerrido que controló más el esférico y apenas dejó disfrutar de oportunidades a los visitantes. Aún así, la banda izquierda supuso un quebradero de cabeza para el conjunto bermellón, ya que todo el peligro de los canarios nacía de esa zona.

Al final, la triste realidad isleña es que debe dar por bueno un empate que le vale para estrenar el casillero pero que le deja de nuevo en el furgón de cola de Segunda A. Mala pinta. De momento.

El Mallorca de Karpin tampoco funciona (1-1)